Ciudad de México — Petróleos Mexicanos, la petrolera estatal conocida como Pemex, produjo el nivel más alto de combustóleo en los últimos 10 años, de acuerdo con los datos más recientes de la Secretaría de Energía (Sener).
Durante febrero de 2023, el gigante mexicano elaboró 309.000 barriles diarios del combustible contaminante por los altos niveles de azufre que contiene y que afecta al medio ambiente por su combustión.
Esta cantidad de producción de combustóleo solo es superada por la cifra de julio de 2013 cuando Pemex elaboró 312.000 barriles diarios.
Incluso en las dos primeras semanas de marzo, la producción de combustóleo de Pemex se disparó hasta 330.000 barriles diarios.
La empresa que dirige Octavio Romero Oropeza está incrementando su capacidad de refinación de petróleo, la cual actualmente oscila los 900.000 barriles diarios, pero la falta de plantas coquizadoras provoca mayor producción del petrolífero contaminante.
El combustóleo se utiliza para la generación de energía, pero su uso ha sido restringido a nivel internacional por sus efectos nocivos en la salud y el medio ambiente, sin embargo, Pemex ha logrado exportar una parte del combustible, principalmente a Estados Unidos, además de venderle el energético a la empresa estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE).
La quema de combustóleo provoca la emisión de gases y compuestos químicos que dañan la salud de las personas, principalmente enfermedades respiratorias, además de posibles muertes prematuras por la mala calidad del aire, señala el Centro Mexicano de Derecho Ambienta (Cemda).
El CEO de Pemex dijo a Bloomberg Línea en octubre de 2022 que la autosuficiencia en combustibles se pospuso hasta 2024 por retrasos en la construcción de las coquizadoras en las refinerías de Tula y Salina Cruz, durante tras su comparecencia en la Cámara de Diputados.
Andrés Manuel López Obrador, presidente de México conocido como AMLO, prometió reducir el precio de la gasolina, diésel y que Pemex produciría todos los combustibles que demanda el país durante el inicio de su administración.
La estrategia presidencial consistió en incrementar la inversión de la compañía para rehabilitar sus seis refinerías, la construcción de una nueva en Dos Bocas, Tabasco y la compra total del complejo Deer Park tras una sociedad de 30 con Shell.