La precaria situación financiera de Bolivia empeoró el viernes, con la rebaja de la calificación de su deuda por parte de Moody’s Investors Service y el fracaso del Congreso a la hora de alcanzar un acuerdo para vender oro a cambio de los dólares que tanto necesita.
El país sudamericano lleva semanas bajo presión debido a una escasez de divisas que ha llevado a los bolivianos a hacer cola a diario frente al banco central de La Paz para retirar billetes verdes.
La crisis se agravó cuando Moody’s dijo que los bajos niveles de reservas de divisas amenazan la estabilidad macroeconómica del país y pueden afectar a su capacidad para hacer frente a los pagos de la deuda. La agencia de calificación bajó al país dos escalones, a Caa1, al mismo nivel que Nigeria, y lo puso en revisión para nuevas rebajas.
Un proyecto de ley en el Congreso que habría permitido al banco central vender parte de sus reservas de oro para disponer de un colchón de efectivo no logró avanzar tras más de siete horas de debate.
“Estamos en crisis, esa es la verdad”, dijo el diputado opositor Walthy Egüez Paz.
El gobierno de Bolivia se compromete a garantizar la estabilidad económica del país y a pagar sus deudas, según un comunicado del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas publicado en respuesta a la rebaja de la calificación de Moody’s.
No está claro cuánto efectivo le queda al banco central. El banco informó por última vez de sus tenencias el 8 de febrero, cuando US$372 millones de sus 3.500 millones en reservas estaban en dólares. En el pico de 2014, las reservas superaron los US$15.000 millones.
El banco central ha intervenido para mantener la moneda estable en cerca de 7 bolivianos por dólar desde 2008, lo que en los últimos años ha significado quemar reservas para evitar una devaluación.
“La raíz de esta crisis de balanza de pagos de libro de texto radica en un tipo de cambio fijo sobrevalorado combinado con déficits fiscales persistentes”, escribió el viernes en un informe el analista de EMFI Group Limited Matías Bensousan. “Las autoridades se niegan a abandonar la paridad fija y siguen vendiendo divisas para defender el tipo de cambio, a pesar de que la crisis monetaria se está convirtiendo en una corrida bancaria”.
Bolivia hizo un pago de cupón de $22,5 millones en su bono en dólares 2028 esta semana, después de que la deuda de la nación comenzó a cotizar en niveles angustiosos.
Los gestores de dinero se han deshecho de los bonos a medida que el desplome de las reservas hace temer por su capacidad para seguir haciendo frente a los pagos. Los pagarés de 2028 han caído 22 centavos de dólar a 59 centavos de dólar este año, elevando la rentabilidad al 17%, según datos de precios indicativos recogidos por Bloomberg.
La semana pasada, Fitch Ratings recortó la calificación crediticia de Bolivia, diciendo que la caída de las reservas había provocado un “shock de confianza”. S&P Global Ratings también puso a Bolivia en vigilancia crediticia negativa, una señal de que la nación podría ser degradada, debido a la salida de dólares y a un déficit de cuenta corriente. Ambas calificadoras califican al país con B-, un nivel por encima de la nota de Moody’s.
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