Bloomberg — El líder norcoreano Kim Jong Un supervisó pruebas de armas diseñadas para lanzar ataques nucleares contra EE.UU. y sus aliados, incluyendo una que su régimen anunció como un nuevo avión no tripulado submarino que puede crear un “tsunami radiactivo.”
Las pruebas, realizadas entre el martes y el jueves, también incluyeron misiles de crucero con ojivas nucleares simuladas, según informó el viernes la Agencia Central de Noticias de Corea. El avión no tripulado submarino navegó durante casi 60 horas frente a su costa oriental antes de detonar, dijo.
“La misión del arma estratégica nuclear submarina es infiltrarse sigilosamente en aguas operativas y provocar un tsunami radiactivo a gran escala mediante una explosión submarina para destruir los grupos de atacantes navales y los principales puertos operativos del enemigo”, afirmó la KCNA.
Aunque es la primera vez que el aparato propagandístico de Corea del Norte menciona el despliegue de un dron de este tipo, el Estado dispone de numerosos minisubmarinos de tecnología anticuada que son relativamente fáciles de detectar en aguas abiertas si se alejan de la costa.
Los simulacros representan los últimos esfuerzos de Corea del Norte por mejorar su capacidad de lanzar un ataque nuclear creíble contra Estados Unidos y sus principales aliados en Asia: Corea del Sur y Japón. Para ello ha desarrollado nuevos misiles balísticos de combustible sólido, rápidos de desplegar y maniobrables en vuelo, así como nuevos dispositivos para lanzar ojivas.
Corea del Norte ha advertido a Estados Unidos de una respuesta sin precedentes a las maniobras militares conjuntas con Corea del Sur y ha amenazado con convertir el océano Pacífico en su “campo de tiro” si continúan los ejercicios.
Las últimas pruebas de capacidad de ataque nuclear coincidieron con el final de una de las mayores maniobras conjuntas de EE.UU. y Corea del Sur en años. En junio, Seúl y Washington tienen previsto realizar las mayores maniobras con fuego real de su historia, lo que podría dar lugar a nuevas provocaciones por parte de Pyongyang.
KCNA dijo que Kim criticó amargamente a “los imperialistas de EE.UU. por recurrir desesperadamente a movimientos militares que ponen en peligro la situación regional bajo la pretensión de cumplir con su compromiso de defender a los aliados”. EE.UU. y sus aliados dijeron que los simulacros son necesarios para prepararse ante las amenazas que plantea Pyongyang a medida que avanza su arsenal de armas atómicas.
Los simulacros conjuntos se habían reducido o detenido bajo el mandato del expresidente Donald Trump, que esperaba que la medida facilitara sus negociaciones nucleares con el líder norcoreano. Esas conversaciones no condujeron a ninguna medida concreta para reducir el arsenal nuclear de Kim, que no hizo más que aumentar a medida que las conversaciones fracasaban.
Kim enfatizó la importancia de mantener una fuerte capacidad de defensa nuclear y subrayó la necesidad de que el país desarrolle continuamente su programa de armas nucleares para proteger a su pueblo y territorio de las amenazas percibidas, particularmente de Estados Unidos y Corea del Sur, dijo KCNA.
