Ciudad de México — La producción de petróleo crudo en México retrocedió durante febrero de 2023, según los datos más recientes publicados por el regulador, la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH).
México extrajo 1,642 millones de barriles diarios de petróleo crudo, un retroceso marginal de 0,3% o 5.300 barriles diarios.
En su comparación anual, el país incrementó su producción en 0,5% o 9.000 barriles diarios de petróleo crudo.
Con la llegada de Agustín Díaz a la presidencia, la CNH comenzó a contabilizar los condensados de gas en una sola métrica para la producción de hidrocarburos líquidos, la cual hoy registra 1,92 millones de barriles diarios, alineándose con la medición de Pemex ante inversionistas.
Los condensados, conocidos como gasolinas naturales por su facilidad de refinación, son producidos por Pemex mayoritariamente en el campo terrestre Quesqui, el cual aporta casi 194.000 barriles diarios.
El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador o AMLO, como se conoce al mandatario, planteó una política energética basada en el rescate de Pemex, tras la apertura del sector petrolero a la inversión privada en 2013 con la reforma energética del expresidente Enrique Peña Nieto.
El objetivo inicial de AMLO fue que la empresa estatal produjera 2,5 millones de barriles diarios de petróleo hacia 2024, pero la pandemia de Covid-19 obligó al Gobierno a reducir sus metas a dos millones al final del sexenio, bajo el argumento de cuidar los recursos para las siguientes generaciones de ciudadanos.
Los siete principales campos de petróleo y condensados son Maloob, Zaap, Quesqui, Ayatzil, Tupilco Profundo, Xanab y Balam, los cuales aportan el 52% de la producción de México de un total de 244 yacimientos.
Pemex y el consorcio encabezado por Talos Energy anunciaron la entrega del plan de desarrollo del megacampo marino Zama a la CNH, el cual alcanzará una producción de 180.000 barriles diarios de petróleo crudo de 24 a 27 grados API.