Bloomberg — Para poder desempeñar un papel significativo en la consecución de los objetivos climáticos mundiales, la tecnología que absorbe las emisiones de carbono del aire necesitaría más energía que la utilizada para hacer funcionar los hogares del mundo.
Eso es lo que se desprende de un escenario energético futuro elaborado por el supergrande petrolero Shell Plc que incluye la captura directa del aire, que filtra el gas del aire para poder almacenarlo de forma segura y permanente. Es una de las dos formas principales de atrapar el CO2, junto con su captura antes de que salga de una chimenea.
A pesar de los objetivos de emisiones netas cero en la mayor parte del mundo, los gobiernos tendrán que hacer grandes cambios para limitar el calentamiento global por debajo de 2 ºC y evitar los peores impactos del cambio climático. Para conseguirlo no bastará con reducir drásticamente los combustibles fósiles en favor de las energías renovables y las baterías, sino que también habrá que ampliar las tecnologías de secuestro de CO2.
La captura directa en el aire está aún en pañales y, aunque algún día podría ser una herramienta crucial para el clima, consume mucha energía. Es como poner en marcha un aparato de aire acondicionado gigante para enfriar la atmósfera.
En un escenario en el que el mundo limita el calentamiento global en línea con el acuerdo climático de París, la demanda final de energía para la captura directa de aire aumenta de casi nada hoy a casi 66 exajulios en 2100. Según un informe de Shell, esta cifra sería superior a la energía necesaria para calentar y alimentar todos los hogares del mundo para entonces.
Esa cantidad de energía permitiría a las máquinas de absorción de carbono del mundo absorber más de 5.000 millones de toneladas de CO2 al año, según Shell. De ser así, el calentamiento global podría situarse en torno a 1,24 ºC en 2100, tras haber superado brevemente 1,5 ºC a mediados de siglo.
A pesar de que la tecnología sigue siendo incipiente, suscita un gran interés. El proyecto de ley sobre el clima del Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prevé importantes subvenciones para ayudar a expandir la industria. El gigante petrolero estadounidense Occidental Petroleum Corp. ya ha empezado a construir la que será la mayor planta de eliminación de carbono del mundo.
El éxito de las máquinas dependerá de la inversión y del desarrollo de la tecnología. Pero si se amplían, necesitarán muchas más turbinas eólicas y parques solares para suministrar energía baja en carbono.
Con la asistencia de Akshat Rathi.
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