Bloomberg — El plan del presidente francés Emmanuel Macron de aumentar la edad mínima de jubilación en el país ha desencadenado una huelga de basureros en París.
El sindicato CGT, dirigido por François Livartowski, ha tomado medidas para que la huelga se prolongue hasta el lunes, lo que ha provocado una frustración generalizada entre los ciudadanos.
La huelga ha dejado las calles de la capital francesa sumidas en el caos durante las dos últimas semanas, con contenedores de basura desbordados y algunos incluso incendiados por los manifestantes. Este ha sido uno de los signos más visibles de la oposición pública a la reforma de las pensiones.
Hasta el miércoles, unas 9.500 toneladas de basura seguían ensuciando las aceras de la ciudad, y sólo funcionaban un centenar de camiones de basura, según las autoridades municipales. Livartowski declaró que, en un día normal, la ciudad cuenta con unos 250 camiones de basura en las calles, lo que pone de relieve la gravedad de la situación.
Además de la huelga, la mitad de los distritos de la ciudad dependen de los trabajadores municipales para recoger la basura. Las autoridades han respondido a la situación requisando a 674 trabajadores y 11 empresas contratistas desde la semana pasada, según un comunicado de la policía de París en respuesta a las preguntas de Bloomberg.
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