Caracas — El ministro de petróleo en Venezuela, Tareck El Aissami anunció este lunes su renuncia al cargo, en medio de una ola de arrestos por investigaciones de corrupción en el entorno judicial y la industria petrolera durante el fin de semana.
“En virtud de las investigaciones que se han iniciado sobre graves hechos de corrupción en PDVSA, he tomado la decisión de presentar mi renuncia con el propósito de apoyar, acompañar y respaldar totalmente este proceso”, dijo el funcionario chavista a través de su cuenta oficial en Twitter.
El Aissami, de 48 años, quien había estado ausente de los actos oficiales y las redes sociales en las últimas semanas tras un encuentro con Igor Sechin, director de la petrolera rusa, Rosneft, y el nuevo presidente de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), Pedro Rafael Tellechea, agregó que se pondría a disposición de la directiva del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) con el objeto de apoyar el procedimiento.
El también vicepresidente sectorial de Economía no hizo referencia a este otra responsabilidad, la que asumió en 2018, afianzándose como una de las figuras más poderosas de la administración de Nicolás Maduro.
Su rol al frente del Ministerio de Petróleo lo desempañaba desde 2020, luego de haber estado a cargo de la Vicepresidencia de la República entre 2017 y 2018.
En febrero de 2017, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (Ofac, por sus siglas en inglés) lo incluyó en su lista de sancionados, acusándole de “narcotraficante especialmente designado por desempeñar un papel significativo en el tráfico internacional de drogas”.
Luego en 2019, el Servicio de Migración y Control de Aduanas de Estados Unidos lo ubicó entre los más buscados, con una recompensa de US$10.000.000 por su captura.
El Aissami también estuvo a cargo del Ministerio de Interior y Justicia entre 2008 y 2012, dejando el cargo para participar en las elecciones regionales, siendo electo gobernador de Aragua ese año.
Desde el viernes en la tarde, la Policía Nacional Anticorrupción, un cuerpo creado en 2014 a las órdenes del gobierno chavista, encabezó una serie de detenciones por supuestos casos de corrupción en Pdvsa, involucrando a jueces y al superintendente de Criptoactivos, Joselit Ramírez, aliado de El Aissami.
