El 2023 no está llamado a ser un gran año, ni para la economía mundial, en general, ni para la economía latinoamericana en particular. Y así lo demuestra el pesimismo en las previsiones de crecimiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Según el último informe del BID, el escenario base prevé que la región conformada por Latinoamérica y el Caribe crezca un 1% este año tras haber alcanzado un crecimiento mejor de lo esperado (3,9%) en 2022. Un escenario de crecimiento de 1,9% en 2024 asume que Estados Unidos evitará una recesión en 2023 y que habrá una tendencia global a la baja en la inflación.
“Esta baja proyección de crecimiento refleja, entre otros factores, un menor crecimiento mundial, tasas de interés más altas, mantención de una política monetaria restrictiva en el mundo y en la región, una consolidación fiscal gradual y niveles de deuda relativamente altos”, destaca el documento del organismo.
El escenario base del BID contempla un crecimiento del 1,9% para 2024 y de 2,3% para el año 2025.
¿Qué sucedería en las principales economías de la región? El BID proyecta que Brasil crecería 0,9% en 2023 y México 1,1%. En el escenario base, ambas potencias regionales crecerían 1,8% en 2024.
Escenario base y escenario negativo
Las proyecciones anteriormente mencionadas, parten del escenario considerado base. Estas proyecciones indican que Estados Unidos se desacelerará en 2023 y que la inflación disminuirá con relativa rapidez, en consonancia con los analistas del sector privado.
Aun así, este escenario de línea de base involucra riesgos considerables. Al respecto, el BID advierte: “Considérese el caso de un crecimiento menor de lo previsto en Estados Unidos; concretamente, un shock de una desviación estándar en el crecimiento de Estados Unidos a lo largo de cuatro trimestres, comenzando en el primer trimestre de 2023. Al mismo tiempo, supongamos que la inflación no baja rápidamente y que a lo largo de 2023 se mantiene considerablemente por encima de la meta del 2% de la Reserva Federal. Es probable que esto provoque más subidas de la tasa de interés por encima de lo actualmente previsto por los analistas del mercado, así como una corrección en los precios de las acciones”.
Ante este potencial shock en Estados Unidos, el escenario habría que pasar al escenario negativo, que contempla a la economía de Latinoamérica y Caribe cayendo 1,5% en 2023. De suceder esto, el PIB de Brasil caería 0,9% y el de México retrocedería 2%.
Políticas monetarias y fiscales
Según el informe del BID, en el frente monetario los países deberán mantener o endurecer su política monetaria para asegurar que la inflación vuelva a sus objetivos para 2024.
La tasa media de inflación anual en América Latina y el Caribe alcanzó el 9,6% en julio de 2022, la más alta desde la crisis financiera global de 2008. En la mayoría de los países, la inflación ha caído después de ese pico, pero sigue siendo alta en toda la región.
“La independencia de los bancos centrales es crucial y una prioridad para controlar la inflación”, dice el informe.