Bloomberg — El consejero delegado de UBS Group AG, Ralph Hamers, ha advertido a sus empleados de que no hablen de negocios con sus homólogos de Credit Suisse Group AG tras el anuncio de la fusión de ambos bancos, respaldada por el gobierno.
“Recuerden que hasta que se cierre este acuerdo, Credit Suisse sigue siendo nuestro competidor”, escribió Hamers en un memorándum a los empleados. “No podemos discutir asuntos comerciales con sus empleados ni tomar ninguna medida que pueda interpretarse como un paso hacia la fusión de los negocios”, añadió.
Un portavoz de UBS no respondió inmediatamente a un correo electrónico en busca de comentarios sobre el memorando.
El mayor banco suizo pagará 3.000 millones de francos (US$ 3.300 millones) por Credit Suisse en una operación que el presidente de UBS, Colm Kelleher, describió como un “rescate de emergencia”. El plan, negociado a toda velocidad durante el fin de semana, pretende hacer frente a la fuga de clientes y a la pronunciada caída de las acciones y bonos de Credit Suisse durante la semana pasada, tras el colapso de pequeños prestamistas estadounidenses.
Ambiciones de crecimiento
La combinación de las dos entidades financieras respalda especialmente las ambiciones de crecimiento de UBS en América y Asia-Pacífico, según Hamers. “Para nuestro negocio de UBS en Asia-Pacífico esto nos diferenciará y nos distanciará aún más de nuestros competidores, permitiéndonos crecer y aumentar nuestra huella de la noche a la mañana”, escribió el presidente del banco para la región, Edmund Koh, en una nota separada.
El acuerdo, según el comunicado, ofrece un “momento emocionante” para UBS, y ayudará a acelerar su estrategia y fortalecer sus capacidades de gestión de grandes fortunas, escribió Koh. Un portavoz del banco confirmó el contenido del memorándum.
La transacción debería completarse a finales de año, si es posible, dijo Credit Suisse en un comunicado el domingo.
Hamers celebrará una junta general de empleados el lunes por la mañana, según la nota.
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