Bloomberg — Arabia Saudita cree que su economía puede despegarse del petróleo a un nivel que sus precios pronto no tendrán un rol decisivo a la hora de formular su política fiscal.
“Nuestro objetivo es que para 2030 no tengamos que ni siquiera mirar el precio del petróleo”, dijo el ministro de Finanzas saudí Mohammed Al-Jadaan en una conferencia en Riad.
El país sigue estando lejos de esa meta, considerando que el petróleo sigue representando la mayor parte de los ingresos gubernamentales y determina el rendimiento de la economía.
Pero desde que el reino dio a conocer su plan para diversificar la economía, denominado “Visión 2030″, los ingresos no procedentes del petróleo pasaron de cubrir alrededor del 10% del gasto presupuestario a más de un tercio, según Al-Jadaan. Eso “significa que nuestra dependencia de los ingresos del petróleo es mucho menor y con el tiempo lo será mucho menos”, afirmó.
El principal exportador de petróleo del mundo ha dependido durante mucho tiempo del flujo de petrodólares a las arcas del gobierno para impulsar el gasto en creación de empleo y costosas infraestructuras. En 2022, obtuvo los mayores ingresos anuales por ventas de petróleo al extranjero durante la etapa de Mohammed bin Salman como príncipe heredero y gobernante de facto.
La ganancia inesperada, junto con mayores volúmenes de producción, hizo que la economía del país fuera la de más rápido crecimiento en el Grupo de los 20 el año pasado y ayudó a que tuviera un superávit fiscal por primera vez en casi una década.
En un cambio de rumbo, las autoridades intentan ahora romper el vínculo con el crudo controlando el gasto y utilizando sus ingresos energéticos para acelerar proyectos que contribuyan a desligar la economía de la dependencia del petróleo.
Los comentarios de Al-Jadaan señalan que el enfoque sigue vigente, aunque el petróleo atraviese un año lleno de baches, sacudido por el agresivo endurecimiento monetario de la Reserva Federal de EE.UU. y el optimismo en torno a la recuperación de la demanda china. A corto plazo, las ganancias podrían verse limitadas.
“Nuestro objetivo es que la inversión y el gasto públicos sean sostenibles y previsibles, independientemente de los precios del petróleo”, declaró Al-Jadaan. “Y tenemos los amortiguadores y las reservas y tenemos la capacidad de gestionarlo”.
“Los ingresos del petróleo son muy importantes para nosotros, ya que son un catalizador para seguir invirtiendo en nuestra visión”, dijo Al-Jadaan. “Pero no se trata de dejar de hacer lo que estamos haciendo sólo porque el precio del petróleo sea bajo”.
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