Bloomberg — First Republic Bank esquivó una posible quiebra después de que un grupo de grandes firmas financieras acordara depositar un total combinado de US$30.000 millones en el banco. Sin embargo, la inyección de efectivo es solo una solución a corto plazo y los inversores no están satisfechos.
La entidad, con sede en San Francisco, aún tendrá que actuar con rapidez para encontrar una forma de seguir siendo independiente o llegar a un acuerdo para su adquisición. El acuerdo con los 11 bancos, entre ellos Bank of America Corp (BAC), JPMorgan Chase & Co (JPM), Citigroup Inc. (C) y Wells Fargo & Co. incluye depósitos con un plazo inicial de 120 días.
“El mercado puede estar interpretando que los US$30.000 millones en nuevos depósitos que están entrando pueden haber evitado una corrida de depositantes, pero no han añadido ningún capital nuevo al banco”, dijo en una entrevista Arthur Wilmarth, profesor emérito de la Facultad de Derecho de la Universidad George Washington. “Los accionistas saben que sin duda están en peligro”.
A las preocupaciones del mercado se suma el hecho de que First Republic recurrió a una línea de liquidez de la Reserva Federal de hasta US$109.000 millones en los días previos a su rescate por parte de los grandes bancos, dijo Arnold Kakuda, analista bancario de Bloomberg Intelligence. First Republic ha estado explorando opciones estratégicas, incluida una venta, informó Bloomberg News a principios de esta semana.
“Entonces, tal vez estos US$30.000 millones en depósitos de los grandes bancos solo ganen tiempo, pero las preocupaciones persisten”, dijo Kakuda.
Un representante del banco declinó comentar.
Los analistas se han visto obligados a extrapolar los datos proporcionados por First Republic para determinar exactamente cómo ha cambiado su posición financiera en los últimos días. Una estimación de Jefferies Financial Group Inc. fija las posibles salidas de depósitos en US$89.000 millones. El banco dijo en un comunicado el jueves por la noche que los depósitos asegurados “se mantuvieron estables” entre el cierre de operaciones del 8 y 15 de marzo.
“Las salidas diarias de depósitos han disminuido considerablemente”, dijo First Republic. Según una presentación de diciembre, el banco contaba con aproximadamente US$119.000 millones en depósitos no asegurados a fines del año pasado, un poco más del 67% de sus US$176.000 millones en depósitos totales.
Mientras tanto, los analistas han estado recortando sus recomendaciones sobre el banco. David Chiaverini, analista de Wedbush, rebajó First Republic a neutral, diciendo que es difícil “llegar a un escenario realista en el que haya un valor residual para los accionistas comunes de FRC” en caso de una venta.
Por su parte, Eric Compton, estratega de Morningstar Inc., dijo que si bien los US$30.000 millones en depósitos parecen positivos en la superficie, también confirma algunos de los peores temores de la gente sobre la salud financiera del banco.
“Antes de este acontecimiento, no sabíamos con certeza si First Republic había experimentado una verdadera corrida bancaria, o si tal vez el banco podría mantener su base de depósitos relativamente intacta”, escribió el viernes. “Las revelaciones hechas por First Republic con respecto a esta última inyección de liquidez eliminan todas las dudas de que se haya producido una importante liquidación de depósitos”.
Los analistas de Evercore ISI dirigidos por John Pancari dijeron en una nota de investigación el jueves por la noche que “la infusión de depósitos permite al banco luchar otro día”, pero que “probablemente sea una solución temporal, particularmente dada la ventana de 120 días”.
First Republic se especializa en banca privada y ha creado una franquicia de gestión de patrimonio con unos US$271.000 millones en activos. Aquellos que observan las tribulaciones de la compañía dicen que eso ayuda a convertirla en un objetivo de adquisición potencialmente atractivo.
“Nunca fueron un banco tradicional”, dijo John Allison, exdirector de BB&T Corp., una empresa predecesora de Truist Financial Corp. “Están en un muy buen mercado y tienen una muy buena cuota de mercado. Iban tras los depósitos de altos ingresos. Lo negativo de eso es que no tienen seguro”.
Con la asistencia de Maxwell Zeff.
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