Bloomberg — El Gobierno de Eslovaquia ha anunciado que enviará toda su flota de aviones de combate de la era soviética a Ucrania para reforzar su defensa contra las fuerzas rusas.
Eslovaquia, miembro de la OTAN, enviará sus 13 aviones MiG-29 -inmovilizados desde agosto pasado y en diversos estados de preparación- en una fecha no especificada, dijo el ministro de Defensa Jaroslav Nad a periodistas en Bratislava el viernes.
Las entregas cruzarían un umbral en el envío de potencia de fuego a Kiev, ya que muchos aliados occidentales se han opuesto a la entrega de aviones de combate, citando el riesgo de verse arrastrados a una confrontación directa con Moscú.
Y aunque los anticuados aviones no alcanzan el nivel de los más modernos F-16 o modelos similares que más ansía Kiev, los envíos de MiG podrían engrosar la flota ucraniana con reactores operativos o piezas de repuesto para sus propias existencias dañadas.
Las autoridades no especificaron cuándo se transferirán a Ucrania los aviones, que han estado inmovilizados desde que se puso fin a un acuerdo de mantenimiento con Rusia el año pasado, alegando razones de seguridad. Eslovaquia está esperando la entrega de nuevos aviones de combate F-16 de fabricación estadounidense.
El país también enviará a Ucrania parte de su sistema de defensa antiaérea Kub. A cambio, recibirá equipo militar estadounidense por valor de unos US$700 millones y US$200 millones procedentes de fondos de la Unión Europea, declaró Nad a los periodistas.
El mes pasado, Nad dijo que Ucrania podría añadir hasta ocho nuevos aviones a su flota a partir de material eslovaco.
El Kremlin desestimó el plan de Eslovaquia y Polonia el viernes, diciendo que los aviones de combate no serán un cambio de juego.
“Uno tiene la sensación de que estos países sólo se están deshaciendo de equipos viejos e innecesarios”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, según Tass. “No hace falta ser un experto militar para decir que esto no afectará” a la guerra, añadió, afirmando que serán “objeto de destrucción” por parte de las fuerzas rusas.
El gobierno ha sido un firme aliado de Ucrania a pesar de la oposición pública que ha surgido en los últimos meses de agitación política. El Primer Ministro Eduard Heger defendió la decisión de enviar los jets, diciendo que “no arrastran a Eslovaquia a la guerra”.
Con la asisrencia de Peter Laca.