Bogotá — La economía colombiana viene desacelerándose desde 2022 y aunque la tendencia sería más pronunciada en los primeros meses de 2023, en enero esta habría perdido ritmo, según expertos consultados por Bloomberg Línea.
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De acuerdo con los analistas, en enero de 2023 el Indicador de Seguimiento a la Economía (ISE) habría crecido 2% en promedio.
Si bien dicho crecimiento refleja una desaceleración importante, esta se habría moderado por “los datos de manufactura y ventas al por menor de enero que estuvieron un poco mejor de lo proyectado”, resaltó Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria.
En línea con lo anterior, expertos de investigaciones económicas del Banco de Bogotá dijeron en un informe que si bien la desaceleración es evidente, el ritmo de la misma es inferior al previsto. “De un lado, la producción industrial creció 0,2% anual en enero, mientras los analistas tenían una expectativa mediana de 0,0%. Por su parte, el comercio creció sorpresivamente 1,2% anual, en tanto el consenso apostaba por una contracción de -1,5% del sector”.
Así están las apuestas
Gustavo Acero, economista senior del Banco de Bogotá, espera que en enero el crecimiento del ISE haya sido de 2,5%. “La inercia sigue jugando a favor de la actividad económica. Es decir, el impulso que viene de meses atrás. Sin embargo, la información que tenemos apunta a que la desaceleración en los próximos meses será más acentuada. Por ejemplo, para febrero proyectamos un crecimiento de 1,1% en febrero”.
De acuerdo con Julio Romero, economista jefe de Corficolombiana, “en enero esperamos un crecimiento anual de 1,8% y contracción mensual de 0,9%. Por el lado de la demanda, el consumo privado –el principal motor de crecimiento en el país en los últimos dos años– viene perdiendo impulso ante el aumento de la carga financiera de los hogares en un contexto de altas tasas de interés, inflación y fuerte devaluación del peso colombiano. Además, la inversión fija en varios sectores también está viéndose afectada por la incertidumbre local”.
Romero agregó que “por sectores, la industria manufacturera viene registrando caídas en los últimos meses, en buena parte asociada a la menor dinámica de la construcción. Las ventas del comercio reflejan el debilitamiento del consumo privado, mientras que sectores intensivos en capital como el minero energético y el de infraestructura se están viendo afectados por la incertidumbre regulatoria”.
“Es clave generar confianza para que se dé la inversión de las empresas y se puedan crear empleos formales. La incertidumbre que tenemos actualmente por las reformas no ayuda, especialmente la laboral que afecta mucho a los empresarios”,
Julio Romero.
Para Sergio Olarte, el Indicador de Seguimiento a la Economía habría seguido en su proceso de desaceleración en enero hasta 1,7%, “lo que indicaría que la economía podría crecer este año alrededor de 1% a 1,5%”.
El experto añadió que “el desempleo de enero fue peor de lo esperado, la inflación sigue alta y por ello se puede pensar que la economía está en un proceso de desaceleración importante que va a continuar durante todo el año”.