Startups en etapa semilla e inicial se quedan sin opciones ante debacle de SVB

Las empresas de capital de riesgo exigen que las startups latinoamericanas realicen sus operaciones bancarias en las Islas Caimán o Delaware, pero para los grandes bancos no son atractivas las de fase semilla.

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Ciudad de México — Las startups latinoamericanas que tenían una cuenta en Silicon Valley Bank (SVB) quedaron en algunas ocasiones sin una opción de productos financieros con una estructura corporativa internacional. El banco dejó un hueco, sobre todo para las startups fintech.

El vacío es mayor para las startups que están iniciando su camino y que no cuentan con la confianza de la banca internacional. Después de la debacle de SVB el viernes 10 de marzo, hay alrededor de 400 startups latinoamericanas en búsqueda de un banco para abrir sus cuentas, según la plataforma de datos PitchBook.

Empresas fintech como Brex, Ramp y Mercury se han hecho con una parte de los clientes que huyen del prestamista SVB. Éstas han recibido miles de millones de dólares de startups que han movido rápidamente su capital durante los últimos días.

Las grandes empresas en fase de crecimiento de América Latina ya han transferido su dinero a grandes bancos, como Morgan Stanley y JP Morgan. Estas instituciones financieras ven atractivos los millones de dólares que pueden depositar las startups que ya están en etapa de crecimiento.

El interés no es el mismo para las empresas en fase semilla a los que tienen menos incentivos para ofrecerles financiamiento porque es riesgoso. Las startups en etapa temprana rara vez tienen suficiente historia comercial o dinero en el banco para ser atendido por los bancos estadounidenses tradicionales, que requieren hasta US$10 millones en depósitos-

Varias plataformas bancarias están recibiendo solicitudes de nuevas empresas en América Latina que no tienen un socio bancario fiable para las transferencias internacionales. Esto debido a que las empresas de capital de riesgo de primer nivel exigen que las nuevas empresas latinoamericanas realicen sus operaciones bancarias en las Islas Caimán o Delaware, debido a sus regímenes fiscales más favorables, lo que supone un reto adicional para los fundadores en fase inicial en los mercados emergentes.

Para las empresas emergentes trasladar su dinero a otros bancos en EE.UU. está resultando complicado, por lo que están optando por opciones como Mercury o Brex, Trace Finance, que son en realidad neobancos que aún no cuentan con toda la infraestructura y servicios que ofrecía SVB.

El hueco está llevando a empresas financieras a hacer negocio. Por ejemplo, la plataforma tecnológica Latitud lanzó una cuenta para que las startups puedan administrar su dinero y sus estructuras legales en el exterior.

“El mayor desafío para fundadores y fundadoras en este momento es que no hay buenas opciones de servicios financieros para empresas de Latinoamérica con estructuras legales internacionales”, dijo el cofundador y CEO de Latitud, Brian Requarth, en un comunicado.