Bloomberg Línea — A raíz de la crisis económica de 2008 se globalizó el mercado de productos de segunda mano, principalmente por sus beneficios económicos, ambientales y tecnológicos.
En este mercado, los vendedores obtienen ganancias vendiendo productos que aún tienen vida útil, mientras que los compradores adquieren bienes y marcas a un precio muy inferior al que suelen encontrar para este tipo de productos. Desde entonces el sector ha ido en crecimiento.
En 2021, el mercado global de reventa de ropa alcanzó los US$ 35.000 millones, frente a los US$ 11.000 millones en 2012, según un informe de 2022 del marketplace ThredUp.
En varios países de Centroamérica han surgido diferentes propuestas y negocios que están revolucionando la forma en que funciona la industria de venta de ropa y artículos de segunda mano.
En El Salvador, más de 1.000 vendedores de productos y 30.000 usuarios activos interactúan en Vitrinnea, una aplicación de comercio electrónico electrónico de productos seminuevos o ‘preloved’ que tiene en su mira la expansión regional, con la meta de alcanzar los mercados más importantes en un plazo de tres a cuatro años.
La app nació en 2021 con el fin de impulsar una mejor experiencia de recirculación. Sus desarrolladores prevén en el corto plazo una nueva ronda de financiamiento privado con lo que se buscarán reforzar la tecnología del producto, mejorar la personalización en la experiencia de compra y de venta, y otras características claves en la experiencia del usuario, “todo lo necesario para preparar Vitrinnea a la escala regional”, dijo el cofundador y CEO de Vitrinnea, Julio Javier Pastore.
Esta aplicación cuenta con el apoyo de empresarios reconocidos, dentro de los cuales se destacan los fundadores de Hugo, Alejandro Argumedo y Ricardo Cuéllar. Además, cuenta con fondos de inversión de venture capital, dentro de los cuales está Centro Fund, enfocado en startups de Centroamérica y liderado por John Truxillo.
Conectar a vendedores y compradores
En Guatemala, la plataforma digital de marketplace Julajups expandió en 2020 oficinas y operaciones de comercio electrónico en Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y República Dominicana.
El portal lanzado en 2016 se dedica a conectar vendedores y compradores para que puedan publicar, promover y vender sus productos de forma directa. De esta forma, se recirculan bienes que están aún en buen estado y que tienen meses o años de vida útil aún.
En la actualidad, la plataforma permite a las personas anunciar y vender sus productos y servicios de forma inmediata, 24 horas al día, a miles de potenciales compradores y consumidores en una variedad de categorías.
La herramienta busca ahorrar materias primas al planeta al reutilizar bienes en buen estado y reducir el consumo de los materiales usados en la producción de otros nuevos.
La recicladora de ropa más grande Centroamérica
También en Guatemala, la empresa Megapaca cambió de forma muy sencilla la manera en que se vendía ropa de segunda mano. En 2001, comenzó a poner a la venta prendas en percheros, en una época en que las pacas (los fardos) se vendían esparcidas en el piso y la genta estaba acostumbrada a buscar entre pilas de ropa.
Más de dos décadas después, la empresa sigue siendo un jugador clave en comercialización de ropa usada con 115 tiendas en Guatemala, El Salvador y Honduras, mercados en los que suma a 6.000 empleados directos.
Ejecutivos de Megapaca participaron en febrero en la SMART 2023 Annual Convention, en Dubai, un encuentro que promueve el reciclaje de prendas de vestir a nivel mundial.
“En Megapaca buscamos ser la empresa recicladora más grande de la región”, dijo Mario Peña, director de la empresa, al agregar que solo en 2022 importaron 84 millones de libras en 2.650 contenedores de artículos varios, como ropa, juguetes y bicicletas, además de 840.000 pares de zapatos en promedio al mes.
El ejecutivo dijo que la ropa que no se vende en las tiendas es recolectada y procesada en su empresa hermana Novafiber, donde se reciclan 1.400 toneladas de textiles al mes, transformándolos en materia prima para colchones y relleno de muebles.
“No solo compramos y trabajamos con material que sería desechado en basureros, sino que lo ponemos a disposición de manera digna para ser reutilizado y, lo que no se vende, lo reciclamos”, dijo Peña.