Bloomberg — Mientras la empresa cuprífera estatal de Chile lucha por mantener la producción en sus minas envejecidas, el dinero no es el problema limitante: son los factores de ingeniería y gestión los que constituyen el problema.
“Si el ministro de Hacienda nos manda US$6.000 millones más para que hagamos proyectos, le vamos a devolver la plata”, dijo el presidente de Codelco, Máximo Pacheco, en un evento de la Universidad de Chile en Santiago. “Porque esta cuestión no es pura plata, es una gestión de inversiones”.
Los dichos fueron en respuesta a una pregunta del expresidente del banco central José de Gregorio sobre si Codelco debería abrirse al capital privado para reforzar su capacidad para expandir la producción. Codelco vio caer la producción a 1,55 millones de toneladas el año pasado desde alrededor de 1,7 millones en 2021, en medio de una serie de contratiempos operativos y de proyectos.
El gran desafío, según Pacheco, es desarrollar varios proyectos simultáneamente en un mundo donde la productividad de la construcción ha caído y la capacidad de ingeniería es limitada.
La industria del cobre lucha por mantener la producción a medida que la calidad del mineral se deteriora y los nuevos depósitos se encuentran a mayor profundidad. Eso está avivando las preocupaciones por una escasez inminente a medida que la demanda del metal para cableado aumenta junto con las iniciativas de alejamiento de los combustibles fósiles.
Chile, que representa una cuarta parte de la producción mundial, ha visto estancada su producción en las últimas dos décadas. El país podría aumentar considerablemente la producción si incrementa significativamente la exploración, dijo Pacheco. Pero eso lleva tiempo y requerirá que la industria obtenga licencias sociales mediante un enfoque más responsable con el medio ambiente y más amigable con la comunidad, explicó.
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