Ciudad de México — La quiebra del Banco Silicon Valley y Signature Bank en Estados Unidos encontró a la banca comercial en México con niveles adecuados de capitalización y solvencia para enfrentar distintos choques financieros y macroeconómicos.
Analistas consultados por Bloomberg Línea dijeron que la banca mexicana llega sólida a la 86 Convención Bancaria, la reunión anual que congrega a los banqueros y autoridades financieras, por lo que no corre el riesgo de contagiarse, por ahora, de la debacle financiera de los bancos en Estados Unidos.
El Índice de Capitalización (ICAP) del sector de banca múltiple se mantiene por arriba del mínimo regulatorio; al cierre de diciembre de 2022, el último dato disponible, el índice se ubicó en 19%, de acuerdo con los registros de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Los bancos mexicanos deben cumplir con un mínimo de ICAP del 8% más un suplemento de conservación de capital de 2,5% constituido con capital fundamental, por lo que deben contar con un ICAP total de 10,50%, de acuerdo con Basilea III.
Durante 2022 la banca múltiple continuó presentando niveles adecuados de capitalización que le permitieron enfrentar posibles riesgos derivados de la coyuntura de altas tasas de interés y la inflación más alta en más de dos décadas.
Sin embargo, el nivel de capitalización por encima de los mínimos regulatorios ha sido motivo de halago y de una discreta crítica del secretario de Hacienda de México, Rogelio Ramírez de la O, quien el pasado 15 de febrero de 2023 durante un evento de Nafin-Bancomext señaló que el ICAP de 19,04% registrado en noviembre de 2022 “está súper sobre reservado”.
Analistas no ven contagio de SVB a bancos en México
Ricardo Aguilar, economista en jefe de Invex Banco, dijo que para que haya un contagio en México primero tiene que haber una afectación generalizada en la economía de Estados Unidos, además, Silicon Valley Bank y Signature Bank son bancos que se encuentran focalizados en un sector regional.
“Si estuviéramos hablando de instituciones como JP Morgan, Citigroup o Bank of America, y que tuvieran el mismo riesgo de entrada de contagiarse de estos bancos regionales, entonces ahí sí podría haber cierta afectación a la banca mexicana probablemente por instrumentos de deuda de estos bancos que estén en posición de sus contrapartes norteamericanas”.
Ricardo Aguilar, economista en jefe de Invex Banco
Aunque todavía no se puede cancelar por completo ese riesgo de contagio de SVB a los bancos, las autoridades financieras de EE.UU. ya tomaron cartas en el asunto y encapsularon el problema, dijo Aguilar, por lo que no tendría por qué extenderse a los bancos de mayor capitalización en ese país ni tampoco a los bancos externos como serían los mexicanos.
Janneth Quiroz, subdirectora de Análisis de Monex, dijo que la quiebra de Silicon Valley Bank y Signature Bank es un asunto que las autoridades financieras de EE.UU. están aislando, por lo que el resto del sistema financiero de ese país se encuentra estable.
Señaló que, debido a que no se descarta que haya algunos otros bancos que presenten algún problema de liquidez, la Reserva Federal, el Departamento del Tesoro y la Corporación Federal de Seguro de Depósitos anunciaron que estaban devolviendo los depósitos a los ahorradores de esas instituciones.
“Las auditorías estarán muy pendientes de que no se incurra en malas prácticas para que haya algún problema que implique una crisis en el sector bancario de EE.UU.. Me parece que México en estos momentos el contagio no sería inminente, mientras se mantenga contenido en algunos bancos aislados y no en toda la banca estadounidense”
Janneth Quiroz, subdirectora de Análisis de Monex
Jorge Sánchez Tello, director de Investigación Aplicada de la Fundación de Estudios Financieros (Fundef), sostuvo que no hay contagio directo de la quiebra de Silicon Valley porque ese banco no tiene directamente negocios en México, por lo que el impacto que se podría observar sería por la incertidumbre en el tipo de cambio de una “pequeña o minicrisis” bancaria en EE.UU..
Dijo que México tiene un sistema bancario sólido, pero coincidió con el secretario de Hacienda en cuanto a que la banca está sobre capitalizada.
Por una parte -añade- todos los bancos cumplen de más el nivel de capitalización de Basilia III, pero a diferencia de otros países como EE.UU., en México la regulación aplica igual sea banco pequeño, mediano o grande.
“Debería existir una regulación diferenciada para no frenar tanto a los bancos pequeños y medianos; al flexibilizar puede haber mayor inclusión financiera”
Jorge Sánchez Tello, director de Investigación Aplicada de la Fundef
Banca mexicana pasa las pruebas de estrés
En 2022, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) realizaron de manera conjunta el Programa de Evaluación del Sector Financiero (FSAP, por sus siglas en inglés), el cual concluyó que el sistema financiero mexicano se encuentra “sólido y robusto”, como consecuencia de los avances en la implementación de regulación micro y macroprudencial.
La evaluación destacó la resiliencia del sistema financiero ante choques severos y que durante la pandemia la banca mantuvo altos niveles de capital, en parte por la respuesta y las medidas de política implementadas por las autoridades nacionales e internacionales.
Bajo las distintas pruebas de estrés diseñadas por el FSAP, el sistema bancario mantendría niveles adecuados de solvencia ante choques hipotéticos que ocurrieran en un horizonte de tres años, absorbiendo pérdidas crediticias, de mercado, afectaciones al sector corporativo, contagio e, incluso, por estrés derivado de riesgos emergentes como el cambio climático, ciberseguridad y la digitalización de los servicios financieros.
En tanto, Banco de México (Banxico) en su último Reporte de estabilidad financiera de diciembre de 2022, concluyó que desde junio de 2022 el sistema financiero mexicano continúa presentando una posición sólida y de resiliencia, en la cual la banca múltiple mantiene niveles de capital y de liquidez que exceden con holgura los mínimos regulatorios.
No obstante -advirtió- el sistema financiero mexicano enfrenta un entorno más complejo e incierto ante la coyuntura actual de niveles de inflación elevados y un deterioro de las perspectivas de crecimiento, además de un apretamiento mayor y más acelerado de las condiciones financieras globales y riesgos para la estabilidad financiera en países avanzados.