Bloomberg — OpenAI presentó GPT-4, la sucesora de la herramienta de inteligencia artificial que dio lugar a ChatGPT y al programa de creación de imágenes Dall-E. La empresa afirma que la nueva versión de la tecnología es más precisa, creativa y colaborativa.
GPT-4, acrónimo de generative pretrained transformer 4, estará disponible para los suscriptores pagos de ChatGPT Plus de OpenAI, y los desarrolladores podrán inscribirse para crear aplicaciones con ella. OpenAI dijo el martes que, con la nueva herramienta, hay “40% más de probabilidades de que se produzcan respuestas objetivas que GPT-3.5 según nuestras evaluaciones internas.”
GPT-3 se lanzó en 2020 y, junto con la versión 3.5, se utilizó para crear Dall-E y el chatbot ChatGPT, dos productos que cautivaron la imaginación del público e impulsaron a otras empresas tecnológicas a perseguir la IA de forma más agresiva. Desde entonces, ha crecido el interés por saber si el próximo modelo será más competente y, posiblemente, capaz de asumir tareas adicionales.
Según OpenAI, Morgan Stanley está utilizando GPT-4 para organizar datos, mientras que Stripe Inc, una empresa de pagos electrónicos, está probando si le ayudará a combatir el fraude. Otros clientes son la empresa de aprendizaje de idiomas Duolingo Inc, la Khan Academy y el gobierno islandés.
En una entrevista realizada en enero, Sam Altman, CEO de OpenAI, trató de contener las expectativas.
“La cantidad de rumores sobre GPT-4 son ridículos”, afirmó. “No sé de dónde sale todo eso. La gente está suplicando que la decepcionen y lo harán”. La directora de tecnología de la empresa, Mira Murati, dijo a Fast Company a principios de mes que “menos bombo sería bueno”.
GPT-4 es lo que se denomina un gran modelo lingüístico, un tipo de sistema de inteligencia artificial que analiza grandes cantidades de textos de Internet para determinar cómo generar textos que suenen humanos. En los últimos meses, esta tecnología ha suscitado tanto entusiasmo como controversia. Además del temor a que los sistemas de generación de texto se utilicen para hacer trampas en los trabajos escolares, puede perpetuar los prejuicios y la desinformación.
Cuando OpenAI lanzó inicialmente GPT-2 en 2019, optó por hacer pública solo una parte del modelo debido a las preocupaciones sobre el uso malicioso. Los investigadores han señalado que los grandes modelos lingüísticos a veces pueden desviarse del tema o meterse en discursos inapropiados o racistas. También han expresado su preocupación por las emisiones de carbono asociadas a toda la potencia informática necesaria para entrenar y ejecutar estos modelos de IA.
OpenAI afirma que ha dedicado seis meses a hacer más seguro el software de inteligencia artificial.
“GPT-4 aún tiene muchas limitaciones conocidas que estamos trabajando para abordar, como los sesgos sociales, las alucinaciones y las indicaciones adversas”, dijo la compañía el martes en un blog, refiriéndose a cosas como enviar una indicación o pregunta diseñada para provocar una acción desfavorable o dañar el sistema. “Fomentamos y facilitamos la transparencia, la educación de los usuarios y un mayor conocimiento de la IA a medida que la sociedad adopta estos modelos. También pretendemos ampliar las vías de aportación de las personas para dar forma a nuestros modelos.”
El lanzamiento forma parte de una avalancha de anuncios sobre IA procedentes de OpenAI y su patrocinador Microsoft Corp (MSFT), así como de sus rivales en el incipiente sector. Las empresas han lanzado nuevos chatbots, búsquedas potenciadas por IA y nuevas formas de integrar la tecnología en el software corporativo destinado a vendedores y oficinistas.
Anthropic, una startup respaldada por Google y fundada por antiguos ejecutivos de OpenAI, anunció el martes el lanzamiento de su chatbot Claude para clientes empresariales.
Google, por su parte, dijo que está dando a los clientes acceso a algunos de sus modelos lingüísticos, y Microsoft tiene previsto hablar el jueves sobre cómo planea ofrecer funciones de IA para el software de Office.
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