Bloomberg — La mayor aerolínea de América Latina planea volver a los mercados de capitales de Estados Unidos tras eliminar casi US$4.000 millones en deuda durante una reestructuración que se extendió por varios años.
Latam Airlines Group S.A. pretende volver a cotizar sus certificados de depósito estadounidenses (ADR) en la Bolsa de Valores de Nueva York este año después de que fueron suspendidos durante la quiebra, dijo el director financiero, Ramiro Alfonsín, durante una entrevista por vídeo. También espera volver a los mercados internacionales de bonos el próximo año, anticipó.
La aerolínea con sede en Santiago, que salió del Capítulo 11 de la ley de quiebras de EE.UU. en noviembre, está tratando de reducir los ratios de deuda-ganancias incluso mientras agrega rutas a su red.
Según Alfonsín, la empresa tiene una buena oportunidad para que el mercado reconozca y comprenda mejor la nueva Latam. Anticipó además que es probable que en 2024 Latam comience a abordar la cuestión del refinanciamiento.
La compañía, que opera 310 aviones y tiene la mayor participación en al menos cuatro mercados sudamericanos, fue una de las tres grandes aerolíneas latinoamericanas que se reestructuraron en los tribunales de quiebras de EE UU. cuando la pandemia de covid-19 paralizó los viajes aéreos en 2020.
La empresa tiene alrededor de US$6.500 millones en deuda, incluidos más de US$1.000 millones en pagarés garantizados con vencimiento en 2027 y 2029 que se emitieron como colocaciones privadas durante la reestructuración. Cada uno de los pagarés ha tenido un retorno del 15% desde su emisión, mejor que la ganancia promedio del 7,6% de las aerolíneas de alto rendimiento, según un índice de Bloomberg.
Las acciones, que nunca dejaron de cotizar en Santiago, han perdido un 19% desde que la empresa salió de la quiebra. Sus ADR se han estado negociando en el mercado extrabursátil.
Latam fijó para 2023 una proyección de Ebitdar, una medida estándar de rentabilidad para las aerolíneas, de entre US$2.000 millones y US$2.200 millones, cerca de la cifra que registró en 2019, el último año completo antes de la pandemia. Se prevé que la deuda neta caiga a alrededor de tres veces el Ebitdar, frente a las cuatro veces a fines de 2022.
Planes de expansión
La compañía tiene alrededor de US$2.300 millones en liquidez tras obtener efectivo bajo una nueva estructura de propiedad que incluye participaciones en manos de las firmas de inversión estadounidenses Sixth Street Partners y Strategic Value Partners y las aerolíneas internacionales Delta Airlines y Qatar Airways Group.
Latam planea volar 38 rutas más que antes de la pandemia a medida que se recupera la demanda. Para las rutas internacionales, se unió a Delta en un acuerdo comercial conjunto, que se encuentra “entre las estrategias de expansión más lucrativas y menos difíciles”, según Stephen Trent, analista de Citigroup Inc., que califica a Latam como neutral/alto riesgo.
En los mercados domésticos, Alfonsín dijo que Latam está mirando a Colombia después de que la aerolínea de bajo costo Viva Air dejara de operar el mes pasado tras un intento fallido de integración con Avianca Holdings S.A., la mayor aerolínea del país.
También ve oportunidades de aumentar la participación de aproximadamente 37% que dice tener en Brasil. Sus rivales Gol Linhas Aéreas Inteligentes SA y Azul SA evitaron acogerse al Capítulo 11 durante la pandemia, pero ahora están trabajando en acuerdos para apuntalar sus finanzas.
En opinión de Alfonsín, algunas empresas tuvieron que acogerse al Capítulo 11 y reestructurarse, mientras que otras intentaron capear el temporal, y ahora se están viendo las consecuencias de eso.
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