De la inflación a la exportación: 6 consecuencias de la sequía en Argentina 2023

Las previsiones para la cosecha del agro son dramáticas y auguran un año muy difícil para la argentina. La falta de ingreso de dólares frescos se hará sentir

Por

Buenos Aires — El campo argentino atraviesa un momento dramático dada la falta de agua y el Gobierno sabe que esta situación profundizará los problemas que atraviesa la economía argentina debido a que caerá sustancialmente la cantidad dólares que ingrese al país a lo largo de 2023. Entre otras cuestiones, se verán afectados: el ritmo homeopático que le quiere dar el Gobierno a la devaluación, la acumulación de reservas, el balance fiscal e, incluso, los precios de la economía doméstica.

De esta forma, el plan del ministro de Economía, Sergio Massa, de llegar a octubre con la economía algo más equilibrada entra en colisión con la realidad climática del país.

Cabe recordar que en la última semana la Bolsa de Comercio de Rosario recortó su proyección de soja de 34,5 a 27 M/Ton (peor nivel en 15 años) y la de maíz de 42,5 a 35 M/Ton, dando cuenta de caídas de 36% y 31% respecto al ciclo pasado, respectivamente. Por su parte, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires llevó su estimación de soja de 33,5 a 29 M/Ton (-33% interanual) y la de maíz de 41 a 37,5 M/Ton (-28% i.a.).

Los 6 impactos que tendrá la sequía en el plan Massa

La consultora Ecolatina detalló en un informe cuáles son los principales impactos que tendrá la sequía en la economía argentina y, por ende, en el plan del ministro Massa:

  • Le imprime tensión a la estrategia cambiaria de mantener el crawling peg a fin de evitar una devaluación de salto discreto del tipo de cambio oficial”, es el primer punto que resalta Ecolatina. Es decir, la escasez de dólares, que se suma a la abundancia de pesos, hacen que sea cada vez más difícil sostener el tipo de cambio oficial en estos niveles.
  • Dificulta el cumplimiento de la meta de acumulación de reservas”, añade Ecolatina. De todas formas, el propio informe anticipaba que el Fondo Monetario Internacional iba a flexibilizar este meta, algo que finalmente sucedió el 13 de marzo. Sin embargo, sigue siendo importante para el país poder acumular reservas, por lo mencionado en el punto anterior.
  • Complica la meta de reducción del déficit fiscal, producto de la menor recaudación de Derechos de Exportación (en enero este rubro acusó una caída del 30% interanual en términos reales)”, sostuvo el informe de la consultora.
  • Incide sensiblemente en la actividad económica, por su impacto directo e indirecto a través de sus sectores asociados”, añade el documento.
  • “La abrupta caída en la generación de divisas de un sector que suele financiar el déficit comercial del resto de la economía seguirá limitando la posibilidad de relajar las restricciones sobre las importaciones”, advierte Ecolatina.
  • En materia de inflación, la sequía ejerce presión sobre los precios de alimentos frescos (verduras, frutas). La restricción sobre las importaciones seguirá generando presiones sobre los precios en algunos mercados, mientras que la escasez de divisas le dificultará al Gobierno el compromiso de garantizar un mayor acceso al Mercado Único y Libre de Cambios a las empresas dentro de Precios Justos, por lo cual los riesgos de que algunos acuerdos se resquebrajen por menores incentivos a permanecer dentro no son menores”, sostuvo, por último, la consultora.

¿Luz al final del túnel?

“El plan ‘soja y suerte’ que implementó este Gobierno luego de la salida de la pandemia, con el apoyo del FMI, chocó con los efectos de tres años seguidos de sequía, brecha cambiaria alta y apreciación del tipo de cambio oficial, lo que obligó a aplicar contabilidad creativa y distintas ediciones dólar soja para alcanzar las metas con el FMI y, en última instancia, su reformulación forzada”, reseñó un informe de la consultora Delphos Investment.

Sin embargo, el propio documento dejó un dato esperanzador: “La buena noticia la dio la Administración Nacional del Océano y la Atmosfera (NOAA), que decretó el fin del fenómeno de La Niña, que persistía hace tres años, y la transición a un estado neutral a partir de marzo. A mediano plazo, el regreso del fenómeno de El Niño parece muy probable, brindando buenas perspectivas para la campaña 2023/24″.

En este escenario, el régimen pluvial se normalizaría hacia el invierno y la cosecha gruesa de 2023/24 se recuperaría a niveles normales. Aunque la mayor oferta mundial puede gatillar algún descenso de los precios internacionales, las mayores cantidades arrojarían un gran incremento del valor de las exportaciones agroindustriales. Adicionalmente el gasoducto desde Vaca Muerta estaría operando en plenitud, lo que eliminaría gran parte de las importaciones de Gas Natural Licuado (GNL) que se realizarán este año (cerca de 40 barcos).

“A grandes rasgos, el nuevo gobierno encontraría una situación mucho más benigna en el sector externo, con importaciones deprimidas por la recesión de este año (con un piso de 1,5% de caída) y los complejos exportadores funcionando a buen ritmo. La deuda comercial por importaciones, al igual que en 2015, agregará complejidad a la situación”, sostuvo Delphos Investment.