Buenos Aires — Ante la sequía, hasta julio, el Banco Central obtendría unos U$S 9.401 millones menos que en la campaña anterior, si no se aplicara un “dólar soja”, y unos U$S 7.420 millones menos en caso de que sí se pusiera en marcha, según estiman en el sector privado.
La consultora Analytica evaluó “las drásticas proyecciones” de caída en las producciones de soja y maíz sobre el ingreso de divisas de los próximos meses y planteó dos escenarios: uno que supone otro “dólar soja”, que lleve la cotización a $300 por dólar en mayo e incentive el porcentaje de liquidación, y un segundo panorama, adverso, sin ese estímulo.
“En 2023, la sequía provocaría una reducción de ingresos en dólares de hasta U$S 16.445 millones, si no se habilitara una tercera edición del programa de estímulo a los exportadores de soja”, indicó. “Con dólar soja, los menores ingresos serían de U$S 13.920 millones”, sostuvo.
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Hasta julio, el Banco Central obtendría U$S 9.401 millones menos que en la campaña anterior, si no se aplicara un “dólar soja”, y U$S 7.420 millones menos en caso de que sí, expresó el análisis.
Sin embargo, aclaró que, “al comparar las proyecciones de este año con la sequía de la campaña 2017/2018, el Banco Central recibiría hasta julio unos U$S 4.273 millones más que entonces por ambos cultivos, asumiendo un `dólar soja 3`, y U$S 2.293 millones más sin el programa de incentivo”.
La consultora sostuvo así que es posible proyectar un mayor ingreso de dólares en 2023 que en 2017, incluso con una cosecha inferior a la de entonces, por los precios: “La cosecha de soja estaría incluso por debajo de la observada en la sequía anterior, pero los precios hoy resultan 57% superiores”.
“Para el caso del maíz, las diferencias en la producción son similares (se esperan 36,6 millones de toneladas vs. 43,5 millones en 2017/18), pero los precios son 75% más elevados”, puntualizó.
Las dificultades de acumular reservas
“Las dificultades para acumular reservas no se reducen solo a una mala cosecha”, remarcó Analytica.
“También influyen el aumento de los compromisos de pagos de deuda y los mayores incentivos a retener los granos”, consideró.
“El fuerte retraso cambiario (el tipo de cambio real multilateral se apreció 30% desde diciembre de 2019), la elevada brecha con las cotizaciones paralelas (de más del 80% en la actualidad) y la especulación sobre una posible rebaja de las derechos de exportación, en caso de que la oposición gane las elecciones, podrían llevar a una menor liquidación del sector agroexportador”, anticipó.