Bogotá — Una ola de bancos en Colombia ha optado por reducir sus tasas de interés en medio de la mayor inflación registrada en este siglo; no obstante, analistas cercanos al negocio advierten sobre las incógnitas que dejan estas acciones.
La fila de bancos que han comenzado a bajar tasas en el país plantea una serie de interrogantes frente al impacto en las mismas entidades en un momento en el que las tasas de interés se ubican en el 12,75%.
Entre los bancos que tomaron esta decisión desde la semana pasada figuran Bancolombia, Davivienda, Banco de Bogotá, Banco de Occidente, BBVA y Scotiabank Colpatria, acción que ha sido destacada por el presidente del país, Gustavo Petro, y el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo.
“Buena medida de bajar las tasas de interés por la banca privada. Así se mantendrá sólido el sistema financiero y las posibilidades de detener el estancamiento económico aumentarán”, dijo Petro.
El presidente de la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria), Jonathan Malagón, manifestó que el 2023 es un año desafiante en medio del endurecimiento de las condiciones de liquidez y “la tasa de intervención del banco central se ha más que triplicado en los últimos doce meses y eso ha encarecido de manera progresiva la captación de los bancos”.
“Pero de otra parte tenemos una desaceleración marcada de la actividad productiva, lo cual hace pensar que la economía colombiana incluso va tener trimestres de decrecimiento en el segundo semestre de este año”, señaló luego del anuncio de los bancos.
Analistas cercanos al negocio de los bancos y que prefieren no ser citados señalan que la decisión ha sorprendido al mercado teniendo en cuenta que las tarjetas de crédito son una de las carteras brutas más riesgosas de las entidades financieras.
Y esta es la razón por la que las tarjetas de crédito tienen una tasa de interés cercana a la usura.
Por lo anterior, señalan que es importante reflexionar qué tan sostenible puede ser esa medida y cómo podría afectar a los bancos.
Teniendo en cuenta las perspectivas de desaceleración económica del país, ven que estas medidas podrían generarles una exposición adicional a los bancos en un segmento de cartera que es riesgoso y que podría tener un deterioro importante en 2023.
Los análisis se dividen en que la estrategia puede ir desde un tema de imagen de los bancos hasta cuidar su participación de mercado a medida que la competencia se hace más feroz.
Fuentes consultadas por Bloomberg Línea indican además que otras razones podrían apuntar a la intención de los bancos de evitar el deterioro en la calidad de cartera teniendo en cuenta que este será un año desafiante.
Específicamente, consideran que desde el sector financiero también estarían intentando evitar que no se dispare la cartera vencida en ese segmento.
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Los anuncios ocurren también cuando desde diferentes frentes los asesores en finanzas personales están haciendo llamados a los consumidores para que eviten endeudarse con sus tarjetas de crédito.
La tasa máxima actual que los bancos pueden cobrar a sus clientes en el país por el uso de las tarjetas de crédito es del 46%.
Entre tanto, otros instrumentos han ganado popularidad como los CDT, que están pagando tasas muy por encima de la inflación.
Consultado por Bloomberg Línea, el CEO de la fintech Créditop, Daniel Garzón, manifestó que la subida de los tipos ha generado un aumento en las tasas de negación de crédito de un 49% en lo que va corrido de 2023, por lo menos en los perfiles que ellos procesan.
“En segundo lugar, todas las personas que tenían las tasas variables ahora tienen una cuota que ha subido mensualmente y a raíz de eso también el default o la mora de las carteras que están colocadas en cualquier producto, incluyendo tarjeta de crédito. Y esto significa que los indicadores de desempeño y la calidad de las carteras de los bancos se ha visto perjudicada”, explicó a este medio.
Por esto, concluyó el especialista, los bancos están pensando en bajar las tasas de interés a medida que se dan cuenta de “la oportunidad importante en este momento, cuando la banca puede acercarse más a sus clientes”, pero los mayores beneficiados podrían ser aquellos que logren adoptar nuevos productos por una tasa preferente o diferenciada”.
De acuerdo a la consultora Raddar, el gasto de los hogares en Colombia en enero pasado fue de $80,92 billones y en los últimos 12 meses de $949,8 billones.
En su informe muestra que este gasto presentó un crecimiento corriente anual del 11,4% y en el caso de las tarjetas de crédito la variación fue del 17,4%
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