Bloomberg — La inflación de Brasil se desaceleró menos que lo esperado en febrero, lo que moderó las apuestas de que las tasas de interés del país comenzarán a bajar en los próximos meses.
En concreto, el IPC subió un 5,6% interanual, por encima de la estimación mediana de economistas encuestados por Bloomberg, que era del 5,53%. La cifra mensual se aceleró a 0,84%, también por encima de las expectativas.
Las tasas de swaps con vencimiento en enero de 2024, que ilustran la percepción de los operadores sobre la política monetaria para finales de este año, aumentaron 9 puntos básicos después de la publicación de los datos.
Antes de las cifras, una crisis crediticia y un enfriamiento de la economía habían causado que los operadores elevaran las apuestas de que la relajación monetaria comenzaría en junio.
Desde septiembre, el banco central ha mantenido la tasa de interés de referencia en 13,75% para reducir las expectativas de inflación que surgieron del deseo del presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, de expandir el gasto de la red de seguridad social. La estrategia está complicando los planes del Gobierno e incrementando el temor de una recesión este año, lo que llevó a Lula a hacer un llamado público a bajar las tasas y a establecer metas de inflación más moderadas.
Ocho de los nueve grupos de bienes y servicios rastreados por la agencia de estadísticas experimentaron aumentos de precios en febrero. Los costos de educación, que aumentaron un 6,28% intermensual al comienzo del nuevo año escolar, y los artículos de cuidado personal, que subieron un 1,26%, fueron los principales impulsores. Por su parte, la indumentaria cayó un 0,24%.
La tasa de inflación anual se ha desplomado desde el máximo del año pasado de más del 12% y se ha moderado por ocho meses consecutivos. Aun así, se mantiene muy por encima del objetivo del banco central, de un 3,25% para 2023 y un 3% para 2024.
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