Bloomberg — El líder norcoreano, Kim Jong Un, presidió simulacros con fuego real en los que su ejército lanzó varios supuestos misiles balísticos de corto alcance, después de que su hermana amenazara a EE.UU. con consecuencias si sigue adelante con los ejercicios conjuntos con Corea del Sur.
El llamado simulacro de asalto con fuego tenía como objetivo disuadir un ataque y contrarrestar cualquier agresión contra el Estado, según informó el viernes la Agencia Central de Noticias de Corea. Kim dijo que los ejercicios servían de recordatorio de que sus soldados “tienen que estar siempre alerta ante todo tipo de movimientos más frenéticos de preparación para la guerra cometidos por el enemigo”.
Corea del Norte lanzó un presunto misil balístico de corto alcance alrededor de las 6:20 p.m. del jueves desde la ciudad portuaria occidental de Nampho hacia el Mar Amarillo, dijo el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur en un mensaje de texto inicial a los reporteros. Más tarde añadió que podría haber habido varios misiles balísticos de corto alcance lanzados.
La KCNA también publicó fotos del ejercicio que mostraban hasta seis cohetes disparados a la vez, con la hija de Kim observando junto a su padre. Los misiles parecen haber seguido una trayectoria poco habitual hacia aguas entre la península coreana y China. Casi todos los misiles de Corea del Norte se disparan hacia aguas de su costa oriental.
Los últimos lanzamientos se suman al aluvión de misiles que Corea del Norte ha lanzado en las últimas semanas, incluido un misil balístico intercontinental diseñado para lanzar una cabeza nuclear al territorio continental de Estados Unidos. También prepara el terreno para una nueva escalada de la tensión, ya que Estados Unidos y Corea del Sur se disponen a celebrar sus maniobras Freedom Shield del 13 al 23 de marzo.
La hija de Kim, Ju Ae, de unos 10 años de edad, hizo su debut en los medios de comunicación estatales el año pasado durante el lanzamiento de un misil balístico intercontinental y desde entonces ha aparecido junto a su padre en varios actos militares y nacionales. Su presencia parece indicar que hay otra generación al frente de la dinastía familiar forjada en la Guerra Fría, que dependerá de las armas nucleares para sobrevivir.
Se espera que las maniobras entre EE.UU. y Corea del Sur sean de las mayores que ambos países han realizado en años y están diseñadas para reforzar sus defensas contra las amenazas nucleares y de misiles de Corea del Norte. Corea del Norte, que durante décadas ha denunciado estos simulacros como el preludio de una invasión y una guerra nuclear, ha prometido una respuesta sin precedentes.
A principios de esta semana, Kim Yo Jong, la hermana menor del líder, declaró que Corea del Norte está vigilando los “inquietos movimientos militares de las fuerzas estadounidenses” y de los “militares títeres” surcoreanos, y añadió que Pyongyang está “en estado de alerta para tomar medidas apropiadas, rápidas y contundentes en cualquier momento según nuestro criterio”, según informó el martes la KCNA.
Kim Yo Jong había advertido anteriormente de que Pyongyang convertiría el Pacífico en un “campo de tiro” si Estados Unidos continuaba con los simulacros. También insinuó que el Estado podría empezar a probar si los diseños de sus cabezas nucleares pueden resistir el calor de la reentrada en la atmósfera. Corea del Norte ha demostrado que sus misiles pueden volar hasta el territorio continental estadounidense, pero existen dudas sobre si las cabezas nucleares podrían permanecer intactas.
El martes, la agencia de espionaje de Corea del Sur informó a los legisladores del Parlamento de que Corea del Norte podría probar sus nuevos misiles balísticos intercontinentales de combustible sólido el mes que viene.
La última vez que Corea del Norte lanzó un misil al Pacífico fue en octubre de 2022, cuando disparó un misil balístico de alcance intermedio Hwasong-12 sobre Japón, volando unos 4.600 kilómetros (2.860 millas) y marcando la mayor distancia recorrida por uno de sus misiles hasta la fecha.
El Presidente surcoreano Yoon Suk Yeol, que asumió el cargo en mayo del año pasado, reanudó las maniobras militares conjuntas con Estados Unidos. Los simulacros se habían reducido o interrumpido bajo el mandato del expresidente Donald Trump, que esperaba que la medida facilitara sus negociaciones nucleares con el líder norcoreano Kim.
Yoon viajará a Japón la semana que viene para discutir un acuerdo que restablezca los lazos entre ambos países. Desde que asumió el cargo, Corea del Sur también ha intensificado la cooperación militar con Japón, lo que ha enfurecido a Corea del Norte, que considera a Tokio uno de sus enemigos mortales.
--Con la colaboración de Sangmi Cha.