Bogotá — A pesar del interés que todavía generan las criptomonedas en Colombia, que se refleja en una de las mayores tasas de adopción en Latinoamérica y una red de 37 cajeros de bitcoin, el país sudamericano aún no cuenta con una regulación en firme y el uso de estas aún no es considerado legal.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, aún no ha marcado una posición clara frente al futuro de las criptomonedas en el país, pero mientras tanto la Superintendencia Financiera sigue adelante con el espacio de pruebas de laArenera para viabilizar esta tecnología y expedir una circular.
El proceso ha coincidido con una caída generaliza en el mercado cripto que se reflejó con el declive de luna, que llegó a cotizarse en cerca de US$100 antes de caer prácticamente a cero, y continuó con la declaración de bancarrota de la plataforma de intercambio FTX.
Estos hechos marcaron lo que en la actualidad se denomina como el criptoinvierno, un período marcado por la caída de los precios de las principales criptomonedas, incluyendo el bitcoin, así como una pérdida de entusiasmo y confianza en la industria.
A este panorama se sumó el aumento de los robos de criptomonedas y otras actividades ilícitas que golpearon a varias de las principales plataformas.
De acuerdo a cifras del portal especializado Chainalysis, el volumen de transacciones ilícitas con criptoactivos tocó un máximo histórico de US$20,100 millones el año pasado, lo que significó un aumento por segundo año consecutivo.
Además, la proporción de todas las transacciones con criptodivisas asociadas con actividades ilícitas aumentó del 0,12% en 2021 al 0,24% en 2022, de acuerdo al informe Cripto Crimen 2023.
Según un informe sobre el panorama de las criptomonedas en Colombia y la región de la firma de activos digitales CryptoMarket, entre los principales desafíos para este año están la educación financiera para los usuarios; la adaptación al nuevo marco regulatorio; el mejoramiento de los servicios para pagos, remesas y staking; así como avanzar en temas términos de seguridad y confianza “para prevenir fraudes o estafas como la de FTX”.
Para este 2023 espera mayores movimientos en materia regulatoria y por consiguiente una mayor adopción.
A nivel técnico, “el halving en 2024 reducirá la recompensa de 6,25 a 3,125 bitcoines, lo que disminuye la oferta y el efecto en el precio impacta generalmente al alza”.
La situación en Colombia
El reporte, que se basa en varias fuentes, muestra que un 15% de los colombianos hizo una operación con monedas digitales en 2022, de los que un 82% lo hizo como inversión y 55% para ahorrar y protegerse ante los efectos negativos de la inflación y la depreciación de la moneda.
No obstante, también un 61% de los consultados ha manifestado que no tiene interés en entrar a la industria por desconfianza y desconocimiento sobre cómo funciona.
Por montos, señala que un 33% de los colombianos ha invertido en criptos menos de US$500; el 25% entre US$500 y US$1.000 dólares; el 15% más de US$2.000 y el 10% de US$1.000 a US$2.000 dólares.
Frente al tipo que más adquieren, el documento indica que predomina el uso de bitcoin, (81%); seguido por ethereum (48%); litcoin (27%); dogecoin (24%); y USD Coin (23%).
Llama la atención el hecho de que los usarios en el país aún tienen como principal canal de compra las plataformas y exchange (61%), luego del descalabro de FTX.
Pero también lo hacen en medios P2P, es decir, de persona a persona y sin intermediarios, “lo que se constituye en un riesgo que podría terminar en estafas pues bajo este modelo no existe mayor seguridad”, dijo el CEO de la empresa que ha desarrollado el informe, Andrés Gómez.
En Latinoamérica, se tiene que un 51% de los consultados en 2022 realizó operaciones con criptomonedas.
Además, más de un tercio de los ciudadanos de Latinoamérica confesó haber realizado un pago o compra con stablecoins el año anterior.
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