Bogotá — La Junta Directiva de la emblemática compañía textil Coltejer, que ya no produce un metro de tela ni tiene empleados, aprobó presentar una propuesta de cancelación de la inscripción de las acciones en el Registro Nacional de Valores y Emisores (RNVE) y en la Bolsa de Valores de Colombia (BVC).
“En el evento que la Asamblea General de Accionistas apruebe la cancelación de la inscripción de las acciones ordinarias de la sociedad en el RNVE y en BVC, los accionistas ausentes o disidentes podrán ejercer el derecho de retiro de conformidad con lo previsto en los artículos 12 y siguientes de la Ley 222 de 1995″, indicó la empresa.
Añadió además que los accionistas que voten a favor de la cancelación de las acciones en el RNVE y en la BVC deberán promover una oferta pública de adquisición sobre las acciones de propiedad de los accionistas ausentes o disidentes, o sus causahabientes, en los términos previstos en el Decreto 2555 de 2010.
De acuerdo a cifras divulgadas por la propia compañía, las ventas netas de la antigua textilera en el 2022 fueron de $3.153 millones, menores al 2021 cuando fueron de $16.911 millones.
Los ingresos totales de Coltejer en el período, incluidos otros ingresos, fueron de $40.375 millones, mientras que el año anterior fueron de $55.325 millones.
“El ejercicio del 2022 presentó resultados negativos, ya que la pérdida neta fue de $137.201 millones frente a una pérdida neta de $120.923 millones en 2021. Asimismo, la pérdida operativa del 2022 fue de $80.347 millones, frente a una pérdida operativa $76.835 millones del 2021″, indicó.
A finales de febrero, la Junta Directiva de Coltejer aprobó contratar un crédito por US$5 millones para cubrir deudas con bancos GNB y Popular.
Este año Coltejer cumplirá 116 años de existencia, pero no estarán las máquinas a tope preparando grandes productos para dar una celebración por todo lo alto.
La empresa ya no produce un metro de tela, no tiene empleados, pero tampoco está en planes de dejar de existir.
La firma sigue buscándole comprador a su inmueble en Itagüí (Antioquia) y con los recursos que obtenga del arriendo de la bodega seguirá evaluando el mejor momento para encender las máquinas, reactivar la producción y volver al ruedo del que hace ya dos años está fuera.
La situación de su dueño, el mexicano Grupo Kaltex, no contribuye a que la compañía pueda salir a flote de sus problemas financieros.
Hace apenas unos meses la calificadora de riesgo Fitch Ratings dejó de hacerle cobertura a la empresa por no contar con información suficiente para emitir un concepto.
En abril del año pasado le había rebajado las notas a Kaltex tras el pago atrasado del vencimiento principal de sus bonos a 2022.
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