Buenos Aires — Conseguir la camiseta de la Selección Argentina con tres estrellas se ha vuelto casi una odisea. A pesar de que ya pasaron más de 75 días desde que el conjunto albiceleste obtuvo la Copa Mundial de Fútbol en Qatar, la nueva indumentaria del conjunto nacional aún no está disponible dentro del mercado local.
Ante ese panorama, y aprovechando que en dos semanas la fiebre mundialista volverá a crecer por el partido amistoso entre Argentina y Panamá que se disputará en Buenos Aires, una persona quiso sacar rédito de la alta demanda que aún generan estas camisetas ingresando al país con una importante cantidad de éstas. Aún se desconoce si se tratan de productos originales o réplicas, pero aún así la mercadería fue confiscada por funcionarios de la Aduana.
Qué pasó
Según informó el sábado la oficina que encabeza Guillermo Michel, un pasajero que arribaba en un vuelo proveniente de la ciudad de Lima, Perú, traía en cuatro valijas 302 prendas deportivas nuevas. Entre elllas había camisetas de fútbol de la Selección Argentina, de Brasil, de Polonia y del Fútbol Club Barcelona.
Teniendo en cuenta que el precio de los productos en cuestión suele rondar los $20.000 por unidad, proyectaron desde la Aduana, el valor total de la mercadería podría superar los $6 millones.
Y dada su cantidad y variedad, la Aduana presume que los productos fueron traídos con fines comerciales. La maniobra, por lo tanto, constituiría una infracción al régimen de equipaje, por lo que los agentes procedieron a secuestrar la mercadería y al viajero podría caberle una multa de $18 millones.
¿Qué hará la Aduana con las camisetas?
En términos generales, los productos que retiene la Aduana tienen tres destinos posibles: se subastan, generando recursos para el Estado, se donan o se destruyen.
Dado que aún resta verificarse si los productos son originales o falsificaciones, algo que recién se sabrá cuando la mercadería sea revisada por la Cámara de Fraude Marcario y la marca que viste a la Selección Argentina, es imposible saber todavía, a ciencia cierta, qué pasará con la mercadería. Lo que parece seguro, sin embargo, es que nadie podrá beneficiarse comercialmente de esta codiciada prenda.
Según pudo saber Bloomberg Línea, si finalmente se tratan de réplicas o falsificaciones, la mercadería se destruirá. Ocurre que, en esos casos, la situación debe judicializarse y la decisión recaerá en el juez que tome la causa. Pero comúnmente se opta por destruir la mercadería que supone fraude marcario.
Si, en cambio, se trata de mercadería original, el pasajero en cuestión habría incurrido en una infracción aduanera, y la judicialización o no de la causa dependerá de factores como si es una persona con antecedentes o no. La multa para el pasajero, no obstante, se mantendría. Pero dentro de la Aduana, la expectativa es que este no será el caso.
Donaciones y subastas
Desde la oficina que lidera Guillermo Michel señalan que otro de los caminos posibles para la mercadería incautada es la donación. Pero esa vía, indican, solo puede utilizarse cuando la indumentaria confiscada no representa una falsificación de marca.
No solo ropa dona la Aduana. Durante 2022, de hecho, agentes de la Dirección General de Aduanas-AFIP incautaron cerca de 22.000 neumáticos, muchos de los cuales fueron luego donados a las Fuerzas de Seguridad o a los bomberos. Cabe recordar que, durante algunos meses del año pasado, el faltante de neumáticos en el mercado interno volvió a generar una disparada de su precio e incluso se reportó que muchos argentinos cruzaban la frontera a Uruguay para adquirirlos.
La tercera alternativa para los productos confiscados es la subasta. Eso ocurre, por ejemplo, con botellas de vino y demás bebidas alcohólicas que ingresan al país de manera irregular. También suelen detectarse irregularidades en el ingreso de productos de tecnología o con la comercialización de toneladas y toneladas de maíz y soja.
Todos estos son productos que después la Aduana pasa a rematar, a través de la web del Banco Ciudad. Durante el año pasado, de hecho, la Aduana realizó 41 subastas públicas en las que ofreció un total de 890 lotes de productos incautados y vendió 632. Por ellos, obtuvo un total de $221.608.606, algo más de US$1,6 millones si se toma el precio promedio del dólar mayorista a lo largo de 2022 ($131,16).
Los casi $222 millones recaudados por esa vía en 2022 representan, además, un 121,8% más que los $99.904.565 en ingresos que registró la Aduana el año anterior, en el que realizó 29 remates en los que ofreció 832 lotes y vendió 478.
Durante este mes, de hecho, la Dirección General de Aduanas impulsará tres nuevas subastas públicas que responden a diversos procedimientos efectuados en las regiones del Noreste y la Patagonia.
El primer remate se realizará este jueves 9 de marzo. Allí la Aduana subastará 695 toneladas de soja, ajo y pasas. Una semana después rematará un lote de vinos y para el 30 de marzo anunció un lote de “Contenedores/varios”. En conjunto, las mercaderías ofrecidas en estas tres subastas tendrán un valor base de $38.592.180. No obstante, se presume que el monto total obtenido será muy superior, dado que tanto en 2021 como en 2022, los ingresos totales por subastas fueron de entre 86% y 88% más altos que el valor de base ofrecido.
En el marco de estos procesos, anticipó la Aduana a través de un comunicado, se prevé la celebración de nuevas subastas durante el transcurso del año 2023, permitiendo obtener recursos para el Estado.
