Xi, frustrado con Biden y escéptico sobre “barandillas” en relación EE.UU.-China

Distintos comentarios recientes muestran la creciente frustración en Pekín después de que el supuesto globo espía borrara cualquier buena voluntad de la reunión Xi-Biden

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Bloomberg — En noviembre del año pasado, antes de la última escalada de tensiones entre EE.UU. y China, Xi Jinping se presentó ante Joe Biden como un estadista. Dijo que ambas naciones tenían “una responsabilidad con la historia” y pareció estar de acuerdo con las declaraciones de Washington de “competir vigorosamente” pero estableciendo “barandillas” para evitar conflictos.

Luego de hablar con Biden durante más de 3 horas en Indonesia, en el marco del G-20, Xi dijo que “la competencia debería tratarse de aprender del otro” y se refirió a los acuerdos relacionados a Taiwán como “la barandilla más importante”.

Esta semana, a medida que funcionarios chinos se reúnen en la Asamblea Nacional Popular (ANP), Xi cambió su enfoque a uno menos amigable: llamó al sector privado para que ayude a superar la “contención y represión generalizadas por parte de los países occidentales liderados por Estados Unidos”, una crítica inusualmente directa a su mayor socio comercial.

Unas 24 horas después, el nuevo ministro de Asuntos Exteriores de Xi, Qin Gang, rechazó explícitamente la caracterización estadounidense de su relación con China. En su primera rueda de prensa importante desde el inicio de sus nuevas funciones, Qin declaró que la competencia de EE.UU. “significa contener y reprimir a China en todos los aspectos” y el establecimiento de barreras de seguridad “significa que China no debe responder con palabras o acciones cuando se la calumnia y ataca.”

“Si Estados Unidos no pisa el freno, sino que sigue acelerando por el camino equivocado, no hay barandilla que pueda evitar el descarrilamiento y seguramente habrá conflicto y confrontación”, dijo Qin.

Aunque terminó con una nota más positiva, diciendo que China seguiría buscando una relación “sólida y estable” con Estados Unidos, los comentarios muestran la creciente frustración en Pekín después de que un supuesto globo espía borrara cualquier buena voluntad de la reunión Xi-Biden. Los legisladores estadounidenses han impulsado un aluvión de medidas destinadas a negar a China tecnología avanzada e impulsar las relaciones con Taiwán, lo que hace más difícil para los funcionarios chinos justificar cualquier movimiento hacia una distensión.

“A China todavía le gustaría mucho reparar esta relación, pero el público chino no puede soportar este bombardeo constante en el Congreso y el gobierno a todos los niveles”, dijo Henry Wang Huiyao, fundador del Centro para China y la Globalización, un grupo de investigación política en Beijing. “China tiene que responder con firmeza”.

Las acciones chinas terminaron a la baja tras una sesión volátil el martes, al tiempo que los inversores evaluaron los datos económicos y los comentarios de Qin sobre la relación con Estados Unidos.

El índice CSI 300 de acciones chinas en tierra revirtió una ganancia inicial para terminar un 1,5% a la baja, culminando su peor día desde el 20 de diciembre. El índice Hang Seng China Enterprises, un indicador de los valores chinos negociados en Hong Kong, terminó con un descenso del 0,4%, tras haber subido un 2,4% anteriormente, en medio de un repunte de las acciones de las empresas estatales.

Protestas poco frecuentes

Para Xi, la sesión anual de la ANP no es momento para mostrarse débil, y este año es especialmente delicado. Hace tan sólo unos meses, Xi vio a protestas simultáneas en las principales ciudades para exigir el fin de las estrictas políticas de Cero Covid, y algunos manifestantes llegaron a pedir la caída de Xi y del Partido Comunista.

Aunque la economía china está a camino a repuntar respecto al año pasado, Xi sigue enfrentándose a una serie de problemas estructurales, como el creciente endeudamiento, el envejecimiento de la población y la excesiva dependencia del sector inmobiliario y la inversión para impulsar el crecimiento. Además, sigue buscando avances tecnológicos que puedan ayudar a China a eludir los controles de exportación más agresivos de Estados Unidos.

“Ahora es el momento de que intenten culpar a Estados Unidos, de que está detrás de estos problemas”, afirmó Alfred Wu, profesor asociado de la Escuela de Políticas Públicas Lee Kuan Yew de la Universidad Nacional de Singapur. “Será muy difícil que EE.UU. y China encuentren un terreno común”.

En un discurso histórico pronunciado el año pasado, el Consejero de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, afirmó que su país pretendía ahora mantener “la mayor ventaja posible” sobre sus competidores en determinadas tecnologías, como los chips informáticos, la tecnología limpia y la biotecnología. Señaló que el control de las exportaciones “puede ser una nueva baza estratégica en la caja de herramientas de Estados Unidos y sus aliados para imponer costos a los adversarios e incluso, con el tiempo, degradar sus capacidades en el campo de batalla”.

Además de estas herramientas, por primera vez la administración estadounidense está considerando restringir la inversión estadounidense en determinados sectores en China. Y los legisladores están tratando de restringir el acceso a la aplicación TikTok de Bytedance Ltd. alegando que puede utilizarse para recopilar datos de los usuarios o servir como herramienta de propaganda.

Estados Unidos considera que estas medidas son necesarias para contrarrestar el creciente poderío económico y militar de China, especialmente a la luz de la invasión rusa de Ucrania y la preocupación de que Pekín intente algún día tomar Taiwán por la fuerza, una posibilidad que Qin no descartó el martes, aunque dijo que China quería una resolución pacífica.

“Buena fe”

Para China, todas las acciones de Estados Unidos tienen como objetivo la contención más que la competencia. Qin comparó la versión estadounidense de la competición con una carrera olímpica en la que un atleta intenta hacer tropezar o lesionar a otro.

“Mi interpretación no es que China se oponga al concepto de barandillas en las relaciones entre Estados Unidos y China, sino que Pekín duda cada vez más de que Washington actúe de buena fe cuando pide esfuerzos para estabilizar la relación”, declaró Joe Mazur, analista de la consultora Trivium China, con sede en Pekín. “En pocas palabras, Qin está pidiendo a EEUU que respalde su compromiso declarado de estabilizar la relación con acciones concretas”.

Después de que el supuesto incidente del globo espía agitara los lazos entre Estados Unidos y China, Biden dijo que llamaría a Xi, pero hasta ahora ambas partes han seguido intercambiando pullas. En cambio, las posturas parecen endurecerse.

Al ver a la posición de EE.UU. como intratable, ahora “China está redoblando la apuesta y no parece estar de humor para compromisos o reconciliación alguna”, dijo Dylan Loh, profesor adjunto de política china en la Universidad Tecnológica de Nanyang en Singapur. “Es un momento muy preocupante para el resto del mundo”.

-- Con la colaboración de Zibang Xiao y Sarah Zheng.

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