Bloomberg — El repunte del dólar tras su nivel más bajo de los últimos diez meses se ha estrellado contra un obstáculo, y la divisa se ha quedado rezagada tras el fulgurante ascenso de los beneficios del Tesoro.
A continuación se presentan tres gráficos que destacan la posibilidad de que los beneficios del billete verde en 2023 no igualen su espectacular subida del año pasado, aunque se materialicen las perspectivas de los mercados de renta fija en que la Fed aplique un tipo de interés del 5,5%.
Los rendimientos y el dólar se separan
La última semana, la rentabilidad de la deuda estadounidense a dos años marcó su máximo en quince años, ya que los elevados costes laborales, tras una lectura superior a la esperada del medidor de inflación PCE (por sus siglas en inglés, Precios gasto de consumo personal) predilecto de la Fed, alimentaron las expectativas de nuevas subidas de la Reserva Federal. En comparación, la reacción de la divisa estadounidense no fue tan contundente y apenas avanzó hacia su nivel más alto de fines del mes de septiembre.
Europa se muestra más atractiva
Un motivo esencial por el cual los beneficios del Tesoro quizá sean menos atractivos para los operadores de Forex es que, dado que las previsiones inflacionistas de la eurozona son mucho más preocupantes, y esperan que el BCE suba los tipos 50 puntos básicos en marzo y que la Fed suba 25 puntos básicos. De hecho, la inflación subyacente europea alcanzó un nivel anual sin precedentes del 5,6% para enero, en tanto que un indicador estadounidense semejante ha registrado máximos el pasado septiembre y se ha ralentizado durante 4 meses seguidos. Los operadores de divisas se decantarían por el euro si se confirma esta tendencia contraria y si los diferenciales de rendimiento se desplazan en contra del dólar.
Quitar dinero de la mesa
Los inversionistas no están esperando para estar seguros de que la corrida del dólar ha terminado; tal vez consideren que lo mejor para el dólar ya pasó y se fue. En los últimos cuatro meses, obtuvieron más de US$840 millones del ETF (por sus siglas en inglés, Fondos cotizados en bolsa) largo en dólares más grande del mundo, según los flujos acumulados, la racha más larga desde 2019. A pesar de que el ETF subió un 3,9% desde sus mínimos de febrero, el hecho de que las salidas aún no hayan disminuido envía una señal de cautela a los alcistas del dólar.
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