Bloomberg — Millones de estadounidenses más pueden ser trabajadores autónomos de lo que se estimaba anteriormente, según un trabajo de investigación, y estos trabajadores son más propensos a ser minorías y más jóvenes.
Según el estudio, la proporción de contratistas independientes en la población activa podría situarse en torno al 15% de todos los trabajadores. Esto es aproximadamente el doble de la estimación típica del 7% de la Oficina de Estadísticas Laborales.
Ha sido difícil obtener datos completos sobre el trabajo informal y otras actividades secundarias, especialmente con el auge de la economía colaborativa.
Los autores del estudio realizaron una encuesta a gran escala para encontrar a los autónomos que podrían haber sido codificados erróneamente en las estimaciones convencionales del gobierno y a los que podrían estar trabajando por cuenta propia al margen de un trabajo principal. Descubrieron que los trabajadores menos formados y las personas con varios empleos eran los que tenían más probabilidades de estar infradeclarados.
“Tener en cuenta a estos trabajadores cambia sustancialmente el perfil demográfico de la mano de obra contratista independiente”, escribieron los autores, de la Universidad de Maryland y el Instituto W.E. Upjohn de Investigación sobre el Empleo.
Las conclusiones tienen importantes implicaciones para la economía. Sugieren que una parte mayor de la mano de obra carece de muchas de las protecciones (como prestaciones, normativa laboral y seguros) que se ofrecen a los empleados. Por otra parte, si son muchos más los que tienen fuentes de ingresos adicionales, ello podría ayudar a explicar la resistencia del gasto de los consumidores frente a la elevada inflación, que ha estado desconcertando a los economistas.
Los contratistas independientes son un subconjunto de los trabajadores por cuenta propia cuyas cualificaciones y remuneración varían mucho, según los autores del estudio. Entre ellos se encuentran los consultores autónomos, los conductores de Uber y algunos cuidadores de niños y limpiadores domésticos.
En su encuesta, los investigadores descubrieron que muchos de los que se consideraban a sí mismos empleados eran en realidad contratistas independientes cuando se les preguntaba más a fondo, incluidos algunos casos de varios niveles de subcontratación.
La noción de “trabajo por encargo”, que ha ido ganando popularidad para describir empleos a la carta que a menudo se gestionan a través de aplicaciones, no gustó a muchos grupos, especialmente (aunque no solo) a los trabajadores negros, escribieron los economistas. Algunos lo asociaban más con un pasatiempo que con un trabajo.
La encuesta viene a sumarse a las pruebas de que el trabajo informal es cada vez más frecuente en la economía estadounidense, una tendencia exacerbada por la pandemia, las redes sociales y el trabajo a distancia. Según una encuesta realizada por la plataforma de trabajo autónomo Upwork, el número estimado de estadounidenses que trabajaron por cuenta propia en 2022 alcanzó la cifra récord de 60 millones.
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