Caracas — “El único bien barato en Venezuela es el dólar” fue la frase que utilizó el economista Luis Vicente León, director de Datanálisis para referirse a la pérdida de valor de la moneda extranjera en el país, como parte de las distorsiones económicas de los últimos años y la acelerada devaluación del bolívar.
Lo que representaba US$100 en el 2017, equivale actualmente a solo US$14,96, de acuerdo a lo expuesto por el master en Ingeniería Empresarial, profesor en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) durante un encuentro sectorial propiciado por Consecomercio la semana pasada en Caracas.
El poder adquisitivo de los venezolanos, además de encontrarse reducido en moneda local, también en divisas, a pesar de que se ha convertido en la más reciente opción de pago dentro del sector privado, con un promedio de US$120 al mes, frente a una Canasta Alimentaria cercana a los US$400.
“Alguien que no tiene acceso a divisas no tiene capacidad real de entener la realidad del consumo”, dijo León, quien insistió en que el país no podrá avanzar mientras se mantengan las limitaciones de infraestructura con la falta de créditos y el intento erróneo de preservar el bolívar.
El director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros también ha comparado esta situación económica en Venezuela con el resto de la región, atribuyendo el encarecimiento de la vida a las múltiples distorsiones, y tomando como referencia un estudio de la consultora entre 2018 y 2022, que revela el aumento de los precios de los bienes en dólares en 297%.
El economista comentó que en diciembre del año pasado se requerían US$397 para adquirir lo mismo que se compraba con US$100 en 2018. El dato además de confirmar la pérdida del poder de compra con la divisa, evidenciaba lo que la población ha calificado de inflación en dólares en medio de la caída económica.
La emisión de bolívares en exceso frente a un ritmo disminuido en el tipo de cambio, que fue lo que se experimentó el año pasado con intervenciones cambiarias desde el Banco Central de Venezuela (BCV), las que buscaban la estabilidad de la tasa, ha sido la explicación detrás del efecto según economistas.
Se daba entonces una sobrevaloración de la moneda local, y a su vez un impedimento del deslizamiento regular del tipo de cambio. “La inflación en bolívares debería trasladarse al tipo de cambio, considerando el dólar como otra mercancía. De lo contrario, se mantendrá esta distorsión”, apuntó Manuel Sutherland, economusta y director del Centro de Investigación y Formación Obrera, rechazando además el remarcaje de precios en divisas, considerándolo incorrecto contablemente.