Bloomberg — La Administración Biden escala su conflicto con México sobre el maíz estadounidense genéticamente modificado con una solicitud de consultas formales en virtud de su acuerdo de libre comercio, dijeron personas familiarizadas con el asunto.
La solicitud podría llegar tan pronto como el lunes, según las personas, que pidieron no ser identificadas porque no tenían permiso para hablar en público. Un portavoz de Estados Unidos declinó comentar.
Posteriormente, la oficina de la Representante Comercial de EE.UU., Katherine Tai, solicitó la realización de consultas técnicas con el Gobierno de México bajo el Capítulo de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias del TMEC.
El Gobierno mexicano ha tomado medidas para limitar las importaciones y el uso de maíz transgénico estadounidense, diciendo que podría representar un peligro para la salud de sus ciudadanos. EE.UU. respondió que las preocupaciones de México no tienen base científica.
El secretario de Agricultura de EE.UU., Tom Vilsack, rechazó el mes pasado una concesión de México en la disputa comercial latente, diciendo que estaba “decepcionado” por el decreto del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, que seguiría adelante con la prohibición del maíz transgénico para el consumo humano, al tiempo que su primer el plazo para detener las importaciones de maíz transgénico destinado a la alimentación del ganado.
Los esfuerzos del Gobierno mexicano para bloquear las importaciones de maíz transgénico estadounidense se han convertido en uno de los mayores problemas comerciales entre México y su vecino del norte. México es el segundo mercado de exportación de EE.UU. y el tema ha movilizado a la administración del presidente Joe Biden, así como a representantes electos en estados clave de cultivo de maíz, incluidos los senadores de Iowa Chuck Grassley y Joni Ernst.
A fines del mes pasado, la Secretaría de Economía México dijo que el desacuerdo de EE.UU. con su decreto que regula el maíz transgénico “carece de fundamentos comerciales” y tiene una motivación política. El comunicado siguió a una reunión entre la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, y la representante comercial de EE.UU., Katherine Tai.
El USTR respondió que las preocupaciones no tienen motivaciones políticas. Las políticas de México amenazan con interrumpir miles de millones de dólares en el comercio agrícola, lo que causaría un grave daño económico a los agricultores estadounidenses y a los ganaderos mexicanos, dijo un vocero. También podrían sofocar la innovación que se necesita para responder a los desafíos urgentes del clima y la seguridad alimentaria, según el portavoz.
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