Esta semana, los mercados estarán atentos a varios datos clave para la economía de América Latina. En Brasil, lo más destacado de la próxima semana será el IPCA de febrero, que revelará el ritmo de la desinflación en el país.
La atención también estará puesta en los nuevos nombramientos del banco central dado que las funciones de dos de los nueve miembros expiraron el pasado 28 de febrero. Además, habrá expectativa por la propuesta de revisión de impuestos sobre el consumo y de una nueva norma fiscal, dos reformas económicas clave para Brasil.
Por otro lado, en México, también se publicará la inflación de febrero. Los economistas Adriana Dupita y Felipe Hernández, de Bloomberg Economics, creen que probablemente los precios al consumo se hayan ralentizado tras aumentar en los tres meses anteriores. El dato debería ser coherente con las previsiones del banco central y reducir las preocupaciones sobre las perspectivas de inflación.
Mientras que en Chile se espera que la inflación se haya acelerado en el pasado mes dadas las tarifas de los servicios básicos. Según las estimaciones de los analistas, el dato apuntaría a un persistente presión al alza de los precios y superaría las expectativas del banco central, lo que aumentaría la probabilidad de que las tasas se mantengan elevadas por más tiempo.
Finalmente, en Perú se llevará a cabo la reunión de política monetaria del banco central tras la que se espera que los funcionarios mantengan su tasa de referencia en el 7,75% por segundo mes consecutivo.
Brasil
El viernes 10 de marzo se conocerá la inflación de febrero. Según Dupita y Hernández, la inflación mensual se aceleraría desde el 0,53% de enero, reflejando en gran medida el repunte estacional de las matrículas escolares. Los datos de mediados de febrero mostraron un aumento intermensual del 6,4% en los gastos de educación, que podría trasladarse al resultado del mes completo.
Por otro lado, los analistas esperan que la inflación de los alimentos se haya ralentizado en febrero, mientras que los precios de las prendas de vestir podrían haber aumentado ligeramente.
Chile
El martes 7 de marzo se publicará la balanza comercial de febrero, que es probable haya arrojado un superávit de US$1.850 millones frente a los US$2.600 de enero y el déficit de US$139 millones de un año antes. El descenso de las exportaciones debería explicar la mayor parte de la variación intermensual, debido a factores estacionales.
El miércoles 8 de marzo se espera la inflación de febrero. Las estimaciones apuntan a que probablemente subió al 12,6% desde el 12,3% en enero. Los menores aumentos de los precios de los alimentos y los combustibles deberían limitar el avance general. En todo caso, los resultados estarían muy por encima del objetivo.
“Junto con la evidencia de una actividad y una demanda interna más fuertes de lo previsto, los datos apoyarían nuestras expectativas de que el banco central mantenga los tipos durante más tiempo de lo estimado inicialmente”, señalaron Dupita y Hernández en sus proyecciones.
México
El lunes 6 de marzo saldrá el dato de inversión fija bruta de diciembre, que habría aumentado un 7,2% con respecto al año anterior, lo que implicaría que la inversión reanudó su tendencia al alza, aumentando en el mes, después de que se mantuvo sin cambios en noviembre. De confirmarse la suba, sería la más alta desde 2019 y consistente con el robusto crecimiento de la inversión en el cuarto trimestre.
El jueves 9 de marzo se conocerá la inflación de febrero. Las previsiones de Bloomberg Economics apuntan a que probablemente cayó a 7,68% en febrero desde 7,91%. Esta cifra estaría por debajo del máximo de 8,70% alcanzado en septiembre, pero muy por encima del objetivo. Los alimentos y la energía deberían impulsar el descenso, al que también contribuirían los bienes básicos. Mientras que es probable que los servicios básicos se aceleren y sigan siendo motivo de preocupación.
Perú
El jueves 9 de marzo está prevista la reunión de política monetaria del Banco Central de Perú. “Es probable que las autoridades mantengan su tipo de referencia en el 7,75%. La orientación a futuro debería reiterar que las decisiones futuras dependerán de la nueva información y que el mantenimiento no significa el fin del ciclo de ajuste”, señalaron Dupita y Hernández.
Las condiciones monetarias restrictivas, los indicios de un pico de inflación el año pasado y la caída de la actividad apoyarían el mantenimiento de las tasas.