Bloomberg — Huawei Technologies Co. trató esta semana, durante la mayor conferencia anual del sector de la telefonía móvil, de demostrar al mundo que está prosperando, a pesar de las medidas enérgicas de EE.UU. contra su cadena de suministro y la creciente preocupación por la seguridad en sus relaciones con Pekín.
El gigante tecnológico con sede en Shenzhen, sometido a restricciones comerciales que le han obligado a fabricar dispositivos sin componentes clave estadounidenses, ocupó aproximadamente tres cuartas partes de los 14.000 metros cuadrados del pabellón uno del Mobile World Congress de Barcelona. Aunque Huawei tiene fama de gastar mucho en los eventos, la exposición de este año ocupaba aproximadamente dos campos de fútbol estadounidenses, un 50% más que el año pasado, según un portavoz de la empresa.
La elaborada exhibición de Barcelona subraya lo mucho que está trabajando Huawei para recordar al mundo de las telecomunicaciones que sigue abierta a los negocios. Los ingresos netos de Huawei se desplomaron un 40% en los tres primeros trimestres de 2022 respecto al año anterior, hasta 27.200 millones de yuanes (3.800 millones de dólares), a raíz de una serie de sanciones estadounidenses que prácticamente han asfixiado su otrora próspero negocio de teléfonos inteligentes.
La empresa, que niega haber actuado mal y rechaza la idea de que sus productos supongan una amenaza para la seguridad, se ha visto obligada a buscar ingresos en terrenos desconocidos, como la minería y la agricultura.
“Es una forma de demostrar que Estados Unidos habla y nosotros cumplimos”, dijo John Strand, fundador de Strand Consult, con sede en Copenhague, que asesora al sector de las telecomunicaciones. En su opinión, es la forma que tiene Huawei de señalar con el dedo a la administración Biden.
El MWC se celebró en un periodo de endurecimiento de las relaciones entre China y Estados Unidos. La administración Biden está revisando las licencias de exportación de Huawei y estudia la posibilidad de cortar el acceso de la empresa a todos sus proveedores estadounidenses, incluidas Intel Corp. (INTC) y Qualcomm Inc. (QCOM) según ha informado Bloomberg News.
La brillante exposición blanca de Huawei se extendía por dos plantas, con salas de reuniones sobre un espacio de exposición dividido entre productos de consumo y tecnología para la industria.
En una zona exclusiva para invitados se exhibieron las antenas de telefonía móvil tradicionales de la empresa, una plataforma de tecnología financiera orientada a los mercados emergentes, un sistema de filtrado de peces basado en inteligencia artificial para separar poblaciones de salmón y una presentación de los incipientes trabajos de la empresa en 6G.
Otras grandes empresas chinas, como China Telecom, ZTE y Xiaomi, también tuvieron grandes despliegues.
La factura de Huawei por el alquiler de su stand y la zona ajardinada de recepción, donde los visitantes se agolpaban y hacían cola para comer, puede haber ascendido a cerca de 10 millones de dólares, según dos personas familiarizadas con los precios del evento, que pidieron no ser identificadas porque la información no es pública.
Un portavoz de Huawei declinó hacer comentarios sobre el precio, pero dijo que la empresa esperaba recibir unos 10.000 visitantes durante el evento. Entre ellos se encontraban altos ejecutivos como la consejera delegada interina de Vodafone Group Plc, Margherita Della Valle. La GSMA tampoco quiso hacer comentarios.
--Con la ayuda de Gao Yuan y Rodrigo Orihuela.