Bloomberg Línea — El recién inaugurado Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), en El Salvador, desató una discusión entre el presidente Nayib Bukele y su homólogo colombiano, Gustavo Petro, luego que este calificara a la mega cárcel con capacidad para 40.000 reclusos como “un campo de concentración”.
Petro habló del Cecot y de las acciones de reducción de homicidios en El Salvador durante la entrega oficial de la ampliación de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, en Bogotá.
Según el mandatario, la cárcel salvadoreña, ubicada en Tecoluca, San Vicente, “da escalofríos... yo creo que hay gente que le gusta eso, ver a la juventud entre las cárceles y creen que eso es la seguridad, y se disparan las popularidades. Indudablemente lo vivimos también en Colombia”.
“El presidente de El Salvador se siente orgulloso porque redujo la tasa de homicidios a partir, dice él, de un sometimiento de las bandas que hoy andan en esas cárceles, en mi opinión dantescas”, dijo el presidente colombiano, al tiempo de asegurar que “nosotros logramos lo mismo”, aunque “la prensa no nos lo va a reconocer mucho”.
De acuerdo con Petro, Colombia logró reducir la tasa de homicidios, criminalidad y violencia, “pero no a partir de cárceles, sino de universidades, de colegios, de espacios para el diálogos, de espacios para que la gente pobre dejase de ser pobre”.
El intercambio de tuits entre Petro y Bukele
El extracto del discurso de Petro fue compartido por Bukele en un tuit en el que escribió: “Los resultados pesan más que la retórica. Deseo que Colombia en realidad logre bajar los índices de homicidios, como lo hemos logrado los salvadoreños”.
Mensaje al que el presidente colombiano respondió una hora después: “Pues Nayib, pasamos de 90 homicidios por cada 100.000 habitantes en 1993 en Bogotá a 13 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2022. No hicimos cárceles sino universidades. Es bueno comparar las experiencias” y le propuso un foro internacional.
Minutos después, Bukele le señaló al colombiano que el es presidente de Colombia y no de Bogotá. También, le dijo que su presidencia empezó en 2022 por lo que no podía atribuirse los frutos de las cifras desde 1993.
El último tuit de la conversación fue de Petro, quien compartió una gráfica con la información que ya había citado anteriormente y mencionó la importancia de estudiar el caso de Antanas Mockus en Bogotá. Según él, este sería un ejemplo de lo que se debe hacer en materia de seguridad con el fin de respetar también los derechos humanos.
Críticas a la mega cárcel
La semana pasada, unos 2.000 presos detenidos bajo el régimen de excepción, por presuntos nexos con las pandillas, fueron trasladados a la cárcel que Bukele recién inauguró el 31 de enero.
El gobierno dio a conocer la información en un vídeo en el que se ve a los presos, con las cabezas rapadas, descalzos y en pantalones cortos, mientras corren hacia las celdas. “Esta será su nueva casa, donde vivirán por décadas, mezclados, sin poder hacerle más daño a la población”, dijo el presidente salvadoreño en tuit.
La construcción de esta prisión se dio entre críticas por parte de diferentes sectores, al señalar la falta de transparencia, principalmente por la aprobación en la Asamblea Legislativa, dominada por el oficialista Nuevas Ideas, de una ley que permitía saltarse los controles acostumbrados en las obras estatales.
En febrero, Amnistía Internacional expresó su “profunda preocupación” por esta nueva cárcel en El Salvador, al denunciar un claro patrón de violaciones de derechos humanos bajo el enfoque de seguridad pública actual en El Salvador.
Según cifras oficiales, bajo el régimen de excepción, aprobado en marzo de 2022 y extendido en nueve veces, se han detenidos a más de 64.000 personas, a las que el Gobierno acusa de ser pandilleros.