Fitch dice que Petroperú aún requiere más respaldo económico del gobierno

La agencia retiró la vigilancia de calificación negativa a la petrolera luego de que se publicaran los estados financieros del 2021, pero modificó su perspectiva. Eso advierte Fitch sobre la estatal

La perspectiva negativa de Petroperú refleja la perspectiva soberana del país andino, que fue revisada a raíz de las recientes tensiones políticas y sociales.
02 de marzo, 2023 | 05:45 PM

Lima — Fitch Ratings eliminó este jueves la vigilancia negativa de calificación de Petroperú, después de que la empresa estatal peruana cumpliera con publicar sus estados financieros auditados de fines del 2021. La agencia también confimó la calificación de riesgo del emisor en BB+ y colocó su perspectiva en negativa, reflejando el actual ‘outlook’ que tiene el país andino.

De acuerdo a la firma financiera, las calificaciones de Petroperú continúan reflejando el débil perfil crediticio independiente que tiene la petrolera estatal ante una “persistente débil liquidez, mayores necesidades de capital de trabajo y un elevado apalancamiento”.

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La vigilancia negativa de la calificación se ha eliminado dado que la empresa ha publicado sus estados financieros auditados y ha obtenido el consentimiento de los tenedores de bonos para evitar un evento de impago”, precisó Fitch, tras recordar que la débil situación de liquidez de la empresa peruana se debe a la demora en la presentación de las finanzas auditadas del 2021.

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Pese a retirar el ‘Rating Watch’ negativo de Petroperú, Fitch resaltó en su informe que la estatal peruana todavía requiere apoyo gubernamental adicional para aliviar sus problemas estructurales de alto endeudamiento. Aunque la agencia considera positivo el apoyo otorgado a Petroperú hasta la fecha, sigue estimando que es necesario un mayor respaldo en el corto y mediano plazo.

El apalancamiento elevado, que se considera insostenible, no se abordó plenamente, ya que no se amortizó deuda alguna con los fondos proporcionados, y el apoyo del gobierno se produjo cuando la empresa enfrentaba una grave restricción de liquidez y necesitaba apoyo inminente para adquirir combustible para el país, a fin de evitar una escasez de energía”, precisó Fitch.

Según establece el gobierno, el plan de reestructuración de Petroperú debe ser presentado a la junta general de accionistas de la empresa como máximo el 31 de julio del 2023.

En el 2022, en plena crisis de gobierno corporativo de Petroperú, el gobierno peruano apoyó a la petrolera para atender sus necesidades inmediatas de liquidez con fondos que llegaron a ascender a los US$2.400 millones. El monto estuvo compuesto por una inyección de capital de US$1.000 millones, una garantía de hasta US$500 millones para cartas de crédito comerciales, US$150 millones en reembolsos del fondo de estabilización de precios y la extensión de un préstamo por US$750 millones, que tiene un periodo de gracia hasta agosto de 2024.

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Petroperú es 100% propiedad del gobierno peruano, a través del Ministerio de Energía y Minas (60%) y el Ministerio de Economía y Finanzas (40%).Fitch consideró moderado el historial de apoyo por parte del Estado hacia Petroperú, pese a las recientes acciones, debido a intervenciones irregulares y una acción “que se tomó solo como medida de último recurso para garantizar la seguridad energética nacional, y no para abordar los problemas de balance de la empresa a largo plazo”.

Fitch prevé que Petroperú mantendrá una deuda estructural cercana a US$5.000 millones durante al menos los próximos dos años con un apalancamiento que descendería hacia el 2024, a medida que se calibren las finanzas de la estatal tras el reinicio de la Refinería de Talara. Hasta el momento, según la agencia, la calibración de la refinería ha demostrado ser costosa, demandando un alto volumen de crudo que ante las condiciones globales del mercado petrolero “ha sido importado a altos precios impactando la ya débil liquidez y apalancamiento de la empresa”.

Fitch recordó, además, que el flujo de caja de Petroperú es sensible a los cambios en los precios del petróleo, al ser Perú un importador neto de crudo. “Las interrupciones operativas de su negocio de transporte, incluidas las relacionadas con las acciones de las comunidades locales, agravan aún más la volatilidad del flujo de caja. La volatilidad del flujo de caja de Petroperú experimentada en 2021 continuó en 2022. La finalización de la refinería de Talara debería reducir el capex de la empresa hasta 2023″, dijo la agencia.

El año pasado la gerencia de Petroperú buscó revertir el deterioro de su desempeño económico, financiero y de gobernanza luego de un cambio de directivos y de la entrada en vigencia de un plan de sostenibilidad. En sus resultados financieros del cuarto trimestre, Petroperú estimó una pérdida neta de uS$174 millones por el impacto que tendrán los gastos de depreciación de la nueva refinería de Talara y el registro de gastos financieros por intereses para financiar su modernización, entre otros aspectos.

Fitch puntualizó que podría degradar nuevamente la calificación de Petroperú si se sigue viendo un deterioro en su flexibilidad financiera, combinado con inacción del gobierno para apoyar la liquidez de la empresa estatal.

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