Bloomberg Línea — A pesar de que el nivel de recaudación de impuestos esperado para Centroamérica en 2023 disminuirá, tanto por la desaceleración económica mundial como por el final de los efectos exógenos del año anterior, los déficit fiscales serán relativamente bajos y la deuda pública experimentará una disminución ligera, señala un informe.
El Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) hizo una síntesis de la situación fiscal al cierre de 2022 y la esperada para 2023 para todos los países de la región, a través de su Panorama de las Finanzas Públicas en Centroamérica.
A pesar de que a la fecha el tamaño de las economías de todos los países ya recuperó el de 2019, previo a la pandemia, parte de la riqueza que debió generar cada país entre 2020 y 2022 se perdió, y no se podrá recuperar en el corto plazo.
En materia de ingresos, el Icefi destacó que la carga tributaria regional aumentó en promedio 0,4% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2022, teniendo los aumentos más importantes en Panamá con 0,9%; en El Salvador y Nicaragua con 0,4%; mientras que en el resto de los países el aumento fue 0,3% del PIB.
La carga tributaria del gobierno central más alta de Centroamérica continuó siendo la de El Salvador con 20,7% del PIB, seguida de la de Nicaragua con 19,5%, Honduras con 17,6%, Costa Rica con 14,2%, Guatemala con 12,1% y Panamá con tan solo 8,0%.

Para 2023 y luego de que finalizaran los efectos exógenos que incrementaron las cargas tributarias en 2022, el Icefi estima que regresarán a niveles similares a los observados al cierre de 2021.
Valores por debajo de su realidad económica
La mayor parte de los países proyectaron valores muy por debajo de su realidad económica y eficiencia recaudatoria. Nicaragua presupuestó una disminución del 3,1% en la carga tributaria, mientras que Guatemala y El Salvador en 1,2%, y Costa Rica, de una forma más discreta, en 0,5% del PIB.
El país que parece haber realizado una estimación más acorde al comportamiento de su economía y a su capacidad recaudatoria es Honduras, al presupuestar un retroceso del 0,2% del PIB, dice el análisis.
El único país que proyectó crecimiento en su nivel recaudatorio es Panamá, que estima un incremento de su carga tributaria de 0,9% del PIB, resultado del esfuerzo por recuperar las capacidades recaudatorias perdidas desde el período 2015-2017.
La carga tributaria media en Centroamérica aumentó en 2022 hasta un 15,3% del PIB, por encima del 14,9% reportado en 2021, pero, los presupuestos plantean nuevamente un retroceso hasta 14,4% en 2023, aun ligeramente por encima de los valores medios reportados antes de la pandemia.
Gasto público
Los datos preliminares disponibles muestran que en 2022 los países que redujeron su gasto público fueron El Salvador, Honduras y Panamá, con 2,7%, 2,5% y 1,7% del PIB, respectivamente, y únicamente Guatemala, producto del otorgamiento de subsidios al consumo de gasolina, aumentó su gasto público en 2022 en el orden del 1,2% del PIB.
Para 2023 el país que presupuestó un incremento importante en el gasto público es Honduras con 25,2% del PIB, seguido de El Salvador con 23,3% y Costa Rica con 18,8%.
El país que menos gasto público presupuesta, a pesar del muy pobre nivel de vida de su población, es Guatemala, que aprobó el equivalente al 14,0% del PIB.
Panamá plantea un presupuesto de gastos del orden del 17,7% del PIB, mientras que Nicaragua lo hace en 16,9%, siendo este último valor prácticamente inalcanzable, atendiendo a la realidad de su funcionamiento público de los últimos años.