Bancos no dejan despegar al cannabis en Colombia: ¿por qué no les dan créditos?

Empresas dicen que los únicos bancos tradicionales que están abriendo cuentas para el sector son el Banco Agrario y BBVA. ¿Qué dice el sector financiero?

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Bogotá — A pesar del auge del negocio del cannabis y de los ingresos millonarios que este genera por cuenta de las exportaciones en Colombia, las empresas del sector se enfrentan a diversas barreas burocráticas y de acceso al sistema financiero, que, salvo ciertas excepciones, les mantienen cerradas las puertas.

Y es que las dificultades que enfrentan las compañías de esta industria emergente van desde trabas para el simple trámite de abrir una cuenta, pasando por múltiples condiciones para solicitar un crédito, hasta cuando por fin logran conseguir recursos y quedan atadas a algún tipo de garantía, que generalmente son activos fijos y contratos. Respaldos con los que no cuentan, por ejemplo, muchos de los emprendimientos del sector.

En medio de ese panorama, Bloomberg Línea habló con los principales actores de la industria colombiana del cannabis y del sector bancario, quienes expusieron su situación real.

Veamos lo que dicen los empresarios: el director ejecutivo y cofundador de la empresa Greenlab Colombia, Juan Manuel Téllez, explicó que pese a ser una industria que actualmente está completamente regulada, las empresas de cannabis medicinal han tenido que recorrer un camino muy difícil para poder acceder al sistema financiero tradicional.

Indicó que a pesar de que las empresas tienen todas las licencias y permisos que otorgan las diferentes entidades gubernamentales, el proceso de apertura de una cuenta bancaria no es sencillo. Por lo que los bancos pueden tomarse hasta un año en el estudio de documentos y eso no asegura que finalmente abran una cuenta.

“Los primeros meses de operación fueron muy complicados, ya que no teníamos cuenta bancaria y los bancos solo dilataban el proceso. Fue necesario utilizar efectivo y manejar los recursos desde la cuenta bancaria del representante legal. Lastimosamente la dificultad de acceso al sistema bancario tradicional ha limitado en gran medida inversiones extranjeras. Afortunadamente, desde Greenlab logramos cerrar una ronda de financiamiento privada que nos permitió desarrollar y consolidar nuestro proyecto de cultivo y producción de cannabis medicinal”, contó el empresario.

“En Estados Unidos existe una limitación derivada de la legislación, por la cual las entidades rechazan operar con empresas vinculadas a este negocio, generando que los bancos de otros países que interactúan con el sistema financiero estadounidense, en calidad de banca corresponsal, también adopten la misma actitud”

Liz Bejarano, directora financiera y de riesgo de Asobancaria

Hablamos también con el fundador y director ejecutivo de la fima Varianz Bio Lab, Daniel Baquero, quien aseguró que tienen su licencia para operar en este negocio desde el 2019 y que para lograr abrir una cuenta tuvieron que superar varios obstáculos: cuenta que el banco les hizo preguntas que no tenían que ver con la operación directa de la compañía y que les solicitaron información de la que no disponían en ese momento por la actividad misma de las licencias.

“Entonces, por eso mismo, nos suspendían las cuentas. Nos tocaba acercarnos al banco, ver cómo funcionaba el tema de las licencias, de la operación. Ellos tenían que revisar la información, la cuenta estaba suspendida, luego nos la habilitaban de nuevo. Después nos enviaron una alerta de que nos la suspendían porque no había suficiente información (…)”, recordó.

Baquero considera que los mismos trabajadores de los bancos no entienden cuáles son los requisitos reales que necesita una compañía para demostrar que tiene estabilidad corporativa y que su trazabilidad y transparencia en el tema de sus recursos es total. Además, expresa que estas personas muchas veces no saben cómo funciona esta industria, en la que existen diferentes tipos de licencias de cannabis y el por qué las compañías no están obligadas a tener cada una de ellas.

“Uno de los requisitos de los bancos es que los empresarios deben contar con todas las licencias. Hay una licencia de cannabis psicoactivo que, para sembrarlo, se deben solicitar unos cupos. Entonces el del banco decía: ‘Usted tiene que tener esta de cannabis psicoactivo, necesito que me envíe la resolución de los cupos’. Y no es estrictamente necesario que tenga que pedir uno o todos los cupos durante todo el año”, explicó.

De acuerdo con las empresas consultadas, en Colombia los únicos bancos tradicionales que están abriendo cuentas para las empresas de cannabis son el Banco Agrario y el BBVA. A lo que se suma que solo en los últimos años han surgido bancos digitales como Iris Bank que brindan alternativas al sistema tradicional.

¿Qué responden los bancos?

Liz Bejarano, directora financiera y de riesgo de Asobancaria, le dijo a Bloomberg Línea que uno de los mayores obstáculos que han surgido para el desarrollo de la industria cannábica en la mayoría de los países es el acceso al sistema bancario.

“Si bien las empresas en general han encontrado mecanismos para desarrollar sus actividades, en Estados Unidos existe una limitación derivada de la legislación, por la cual las entidades rechazan operar con empresas vinculadas a este negocio, generando que los bancos de otros países que interactúan con el sistema financiero estadounidense, en calidad de banca corresponsal, también adopten la misma actitud. Sin embargo, probablemente se materialice un cambio significativo cuando el uso medicinal del cannabis sea una Ley federal en Estados Unidos”, enfatizó.

Y en esa línea manifestó que uno de los retos que existe en este tema es la capacitación en doble vía, pues las empresas productoras desconocen la regulación que las entidades vigiladas por la Superintendencia Financiera deben cumplir, y los funcionarios de los bancos deben entender mejor la cadena productiva”.

A lo que añadió que se hace necesario que el Ministerio de Justicia garantice el acceso a la información confiable y actualizada de los procesos con los que se otorgan licencias y cupos para los productos con base en la planta de cannabis.

El caso del Banco Agrario

Esta entidad financiera estatal tiene en su portafolio productos y servicios específicos para las empresas y personas naturales dedicadas a la fabricación de derivados y semillas de cannabis o de cultivos de cannabis psicoactivo o no psicoactivo.

Entre esa oferta hay cuentas de ahorros o corrientes, créditos para cupos o capital de inversión, financiación para las cadenas del proceso de siembra, entre otros. Para acceder a ellos, según indicó el Banco a este medio, se debe cumplir con los requisitos de vinculación de clientes especiales SARLAFT.

Y entre las actividades que financian están siembra y sostenimiento de cultivos psicoactivos y no psicoactivos, producción de semillas y fabricación de derivados, actividades para la transformación y comercialización, y construcción y adecuación de infraestructura y terrenos.

Hoy el Banco Agrario cuenta con 80 clientes activos con actividades relacionadas al cultivo y comercialización legal del cannabis, con saldos en cartera por $9.675 millones y captaciones por $915 millones.

En 2023 se han desembolsado dos operaciones por $24 millones y en 2022 fueron 5 por $747 millones.

¿Por qué Bancolombia no da créditos al sector cannabis?

La respuesta está muy alineada con lo dicho por Asobancaria. Bancolombia le indicó a Bloomberg Línea que “si bien la normatividad colombiana diferencia el cannabis psicoactivo del no psicoactivo, esto no ocurre con la normatividad estadounidense, donde operan los principales bancos corresponsales, y de los cuales tenemos una dependencia importante en la gestión de clientes con transacciones internacionales, entre otras”.

Por lo que aseguran que no existe armonía entre las regulaciones nacional e internacional y que, mientras esto no ocurra, se podría llegar a poner en riesgo la relación de corresponsalía, afectando de manera crítica a las entidades financieras en Colombia.

“En ese sentido, la regulación en el país está en proceso de maduración, y por tanto actualmente aún no existe la obligación para el sector cannabis de contar con un sistema de administración de riesgos de lavado de activos y financiación del terrorismo LA/FT. Contrario a ello, para el sector financiero, el cumplimiento SARLAFT sí es obligatorio y de impacto significativo en la operación, de tal forma que no es viable correr el riesgo de asumir dichos controles solo desde el sistema financiero”, refirió Bancolombia.

Y agregó que hoy los procesos asociados al cannabis no cuentan un código CIIU específico, lo que dificulta la definición de controles frente a la prevención, detección y gestión de dicho riesgo.

¿Qué dice Asocolcanna?

El presidente ejecutivo de la Asociación Colombiana de Industria de Cannabis (Asocolcanna), Miguel Samper Strauss, coincidió con el sector financiero al asegurar que la falta de acceso al sistema financiero por parte de las industrias de cannabis responde a principalmente a que sigue siendo un delito a nivel federal en Estados Unidos.

“Como algunos bancos colombianos cotizan en bolsa estadounidense o tienen corresponsabilidad bancaria allá, cuando realizan operaciones en dólares para las autoridades estadounidense es considerado un delito, el de lavado de activos y por tanto se abstienen de abrirles cuentas a las industrias de cannabis y mucho menos facilitarle el acceso al crédito”, mencionó.

En Colombia son contadas las empresas que han logrado obtener préstamos bancarios, por lo que la principal fuente de financiamiento proviene del sector privado, que apuesta a que esta industria materialice el potencial que tiene. Como es de esperar, al tener un acceso limitado al sistema bancario tradicional, los procesos de exportación se han visto afectados. Empresas que no tengan cuenta bancaria deben buscar alternativas, como la creación de la empresa en otros países donde les permitan abrir cuentas bancarias

CEO de Greenlab, Juan Manuel Téllez.

Desde este gremio se calcula que ya van más de 160 cuentas abiertas desde el Banco Agrario a las empresas del sector cannabis. También, Asocolcanna está trabajando con esa entidad financiera “para establecer un producto crediticio que sea de rápido acceso y que le permita a la industria por fin un acceso a este tipo de productos crediticios y que no solo se financien a punta de inversión”.

Este gremio va a referenciar a aquellos clientes a los que les han prestado una debida diligencia, similar a la que hacen para ingresar a la Asociación, y también a aquellos que se han consolidado en la industria con los suficientes ingresos para soportar el crédito.

“Esperamos que, desde esta industria pujante, naciente, se permita y fluya el acceso al sistema financiero porque eso sí va ser la consolidación de un sector que puede mover bastante recurso en la economía nacional y mundial. De eso dependerá qué tanto se flexibilicen algunas reglas, que pase un proyecto de ley que se llama el SAFE Banking Act, que se está discutiendo en el Congreso en Estados Unidos, pero principalmente de que haya voluntad política para ayudarles a los emprendedores de esta industria”, complementó el dirigente gremial.

Colombia exportó entre enero y noviembre del año pasado un total de US$8,4 millones en cannabis, lo que supuso un progreso de casi el 100% frente a 2021, de acuerdo a los cálculos de la agencia estatal de promoción de inversiones y exportaciones Procolombia.

Esta dinámica respondió a la actividad de 13 empresas con operaciones en el país, siendo Bogotá (48%), Cundinamarca (30%), Antioquia (12%), Santander (8%) y Magdalena (2%) los territorios que más contibuyeron con estas ventas al exterior.

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