Superpeso mexicano fue la moneda con mejor desempeño de las emergentes en febrero

El Banco de México fungió como uno de los principales catalizadores de la moneda mexicana ante la expectativa de que continurá aumentando la tasa de interés

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Ciudad de México — El superpeso mexicano continuó tomando fuerza durante febrero y se posicionó como la divisa con mejor desempeño frente a las monedas emergentes, de acuerdo con datos de Bloomberg.

Al segundo mes de 2023, el peso mexicano acumuló una apreciación de 2,92% frente al dólar posicionándose como la divisa con el mejor desempeño de una canasta de 23 divisas emergentes. El sol peruano (+1,38%) y el forín húngaro (+0,66%) también se mostraron resilientes.

El nearshoring y la expectativa de aumento en la tasa de interés por parte del Banco de México fueron los elementos que respaldaron el avance del superpeso mexicano frente al dólar, de acuerdo con el analista económico en Signum Research, Alain Jaimes.

“Cuando Banxico decidió desacoplarse del Fed, este diferencial continuó creciendo, además de ello, la expectativa de que este diferencial continúe elevado durante todo el 2023 explica en gran medida la apreciación de la moneda”, dijo a Bloomberg Línea.

Durante febrero, el banco central mexicano sorprendió al mercado elevando la tasa de interés en 50 puntos base y no en 25 puntos base como se había estimado. Con ello, el referencial se elevó a niveles históricos de 11%. La expectativa de los analistas estima que aún faltan dos alzas más en 25 puntos base cada una.

“El carry trade de la moneda mexicana continúa siendo más atractivo frente a otras divisas que ya terminaron su ciclo alcista y esto genera que haya más ingreso de flujo de dólares al país”, dijo la directora de Análisis en Monex, Janneth Quiroz.

A nivel internacional, explicó que la entrega de datos económicos relevantes continuó mostrando datos fuertes en EE.UU. “Las señales apuntan a que la economía estará fuerte por un tiempo más y esto implica que haya más consumo y empleo, las exportaciones en México seguirán aumentando y las remesas seguirán siendo beneficiadas”, dijo.

Al mismo tiempo, los inversionistas aumentaron su exposición en México ante las expectativas de la reconfiguración de la economía mexicana resultado de la relocalización de la producción desde Asia.

Uno de los elementos que ayudaron fueron las llamadas que sostuvieron funcionarios mexicanos con el empresario estadounidense Elon Musk para instalar una planta en territorio mexicano. El 28 de febrero, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, confirmó que la planta se instalará en Monterrey, Nuevo León.

Aunque no se ha confirmado el monto de la inversión, se estima que podría llegar a los US$10.000 millones.

“El tema de nuevas inversiones extranjeras en México también es un tema que lo ha diferenciado de sus pares emergentes, en ese sentido, el apetito por pesos mexicanos aumenta ante una perspectiva comercial favorable”, mencionó el estratega de Signum Research.

Durante este periodo, los analistas mejoraron sus expectativas para el cierre del año de la divisa mexicana a un nivel de $19,50 por unidad. Además, explicaron que, tras la tendencia que marca el peso mexicano aumenta la posibilidad de que alcance los $18 por unidad.

El peso mexicano también fue de las monedas con mejor desempeño a nivel mundial. Datos de Bloomberg muestran que la divisa mexicana fue la segunda con mayor apreciación solo seguida por el tenge de Kazajistán con un avance de 3,50% frente al dólar.

Peso mexicano fuerte en el mediano plazo

Las expectativas de los analistas apuntan a que el 2023 será el año del peso mexicano; sin embargo, hasta que existan signos de que la economía en EE.UU. comienza a desacelerarse y a que haya un enfriamiento en los crecimientos en los indicadores económicos, la moneda mexicana se mantendrá avanzando frente al dólar, de acuerdo con la estratega de Monex.

“Aunque el Banco de México siga aumentado al igual que la Fed, eso aumentará la aversión al riesgo y hará que también haya una depreciación de la moneda mexicana”, mencionó.

No descartó que el peso mexicano puede limitar las pérdidas en términos relativos frente a otras monedas, pero se observaría un deterioro de la divisa ante una recesión económica aunque implicará la profundidad del daño.

“Un 11% ya es una tasa muy alta bajo los fundamentales o el riesgo que implica invertir en México ya es muy alto”, mencionó.