Nueva York ahora es más cara que Londres para comprar viviendas de lujo

El año pasado, US$1 millón compró 33 metros cuadrados de viviendas de primer nivel y 34 metros cuadrados en Londres

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Bloomberg — Nueva York ha superado a Londres en cuanto a lo caro que es adquirir viviendas de lujo, según nuevos datos del reporte de riqueza anual de Knight Frank de 2022.

El año pasado, US$1 millón compró 33 metros cuadrados de viviendas de primer nivel y 34 metros cuadrados en Londres. Ello contrasta con el año anterior, cuando Londres era más cara.

“La fortaleza del dólar influyó e impulsó la posición de Nueva York, pero los precios prime en Nueva York subieron un 2,7% el año pasado y un 1,5% en Londres, por lo que estamos viendo un crecimiento ligeramente más lento en Londres”, afirma Kate Everett-Allen, responsable mundial de investigación residencial de Knight Frank, quien dijo que las propiedades en ambos mercados son atractivas para los compradores con niveles de patrimonio neto extremadamente alto como cobertura contra la inflación.

“La volatilidad en otras clases de activos como la renta variable y las criptomonedas están resaltando el atractivo de los inmuebles prime, especialmente en ubicaciones seguras como Londres y Nueva York”, agregó.

Según el informe, Mónaco mantiene su título de mercado residencial más caro: allí, un millón de dólares que proporciona a los compradores solo 17 metros cuadrados. Le sigue Hong Kong, con 21 metros cuadrados, y en tercer lugar Nueva York. Algunas de las ciudades más baratas destacadas en el informe fueron São Paulo, con 231 metros cuadrados, y Ciudad del Cabo, con 218 metros cuadrados.

En lo que respecta a las ventas superprime agregadas de US$10 millones o más, Nueva York, Los Ángeles y Londres encabezan el pelotón, con Nueva York a la cabeza de la lista. El mercado superprime registró un año récord en 2021, con 2.076 ventas superiores a US$10 millones. En 2022, las ventas en esa categoría cayeron a solo 1.392 en los 10 mercados incluidos en el informe. Aun así, fueron un 49% superiores a las de 2019.

“Los inversores quieren aumentar su exposición al dólar y quieren un punto de apoyo dentro de EE. UU., especialmente con los vientos económicos en contra que estamos viendo”, afirma Everett-Allen.

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