Bloomberg Línea — Centroamérica es hoy la segunda región de más rápida urbanización en el mundo, solo superada por África. En las próximas tres décadas, siete de cada 10 centroamericanos vivirán en ciudades, sumando así 700.000 nuevos residentes urbanos cada año, dice el Banco Mundial.
De acuerdo con las tasas actuales, la población urbana de la región se duplicará hacia 2050, acogiendo a más de 25 millones de nuevos habitantes urbanos, un escenario que obliga a las ciudades a prepararse y adaptarse para proporcionar más y mejores servicios, mejorar la infraestructura y ampliar el acceso a viviendas asequibles.
Según cifras, la mayor parte del crecimiento de la población urbana en Guatemala y Costa Rica, tiene lugar fuera de la capital. La contribución de las ciudades secundarias a la urbanización de estos países ha aumentado, al punto que las ciudades intermedias representan más del 65% de la población urbana total.
“Los edificios ya no solo están en la Ciudad de Guatemala; hay en todo el departamento de Guatemala y también ya en diferentes ciudades y departamentos”, dijo José Miguel Torrebiarte, presidente de Progreso, grupo regional líder en cemento, materiales y soluciones para la construcción en Centroamérica.
En entrevista con Bloomberg Línea, el ejecutivo habló sobre cómo la urbanización está llevando a que Ciudad de Guatemala sea más vertical y densa. “Eso ya está pasando también en diferentes ciudades intermedias, pues vemos que se hizo un edificio de vivienda urbana unifamiliar en Cobán, Alta Verapaz, y ya vemos también en Chimaltenango”.
La ciudades intermedias son aquellas que tienen entre 50.000 y un millón de habitantes. En el mundo, acogen al 20% de la población y a un tercio del total de la población urbana. Además, debido a su tamaño, pueden garantizar una vivienda y necesidades básicas con un coste menor que las áreas metropolitanas.
Tendencias en el resto de la región
Para Torrebiarte, las ciudades “se convierten en el lugar donde se desarrolla la cultura y de donde sale la clase media”, pero para que ello ocurra, agregó, hay que invertir. “Hay una gran migración futura a las urbes y esa urbe tiene que estar preparada para recibir a toda esa gente también”. A su criterio, en esas nuevas ciudades que se están formando tendrá que irse analizando opciones de desarrollo y oportunidades para la población.
En Nicaragua, las ciudades intermedias aportaron casi dos terceras partes del crecimiento de la población urbana, y en El Salvador, un factor que contribuye al crecimiento y expansión de estas ciudades son las remesas familiares.
Al respecto, una investigación del Banco Mundial que exploró la expansión urbana de San Miguel, al oriente del país, encontró que los bienes raíces y proyectos residenciales dirigidos a la clase media se han desarrollado rápidamente en áreas que reciben altos volúmenes de remesas.
En Panamá y Honduras, la contribución de las ciudades secundarias al crecimiento urbano se ha mantenido estancada desde 1960. En estos dos países, las capitales son responsables de la mayor parte del crecimiento urbano.
Sin embargo, en Honduras, tras el cierre Toncontín en Tegucigalpa, para dar paso a la apertura en 2021 del Aeropuerto Internacional de Palmerola en Comayagua, esta ciudad de 163.000 habitantes ha experimentado en los últimos años un auge a nivel inmobiliario y comercial con el anuncio de nuevos proyectos.
Uno de ellos es la tienda que Diunsa, la empresa comercial más grandes del país, abrirá en mayo. Para esta obra destinó una inversión de 246 millones de lempiras (HNL), equivalente a US$ 9,95 millones.