Bloomberg — La inflación de España se aceleró de manera inesperada en febrero, consecuencia de mayores costos de electricidad y alimentos. La cifra sorprendió al alza por segundo mes consecutivo y aún pese a los recortes impositivos llevados a cabo por el gobierno sobre alimentos clave.
En concreto, el IPC del país se aceleró al 6,1% interanual. Los economistas encuestados por Bloomberg habían estimado una desaceleración al 5,7%.
La inflación subyacente, que excluye componentes volátiles como energía y alimentos frescos, tocó un máximo histórico de 7,7%.
El repunte subraya el reto que supone para la cuarta economía de la zona euro controlar una inflación que ha disminuido en más de cinco puntos porcentuales desde el verano. El Gobierno del Presidente Pedro Sánchez se verá sometido a una mayor presión para controlar los precios en un año electoral en el que se espera que se presente a un nuevo mandato.
--Con la colaboración de Ainhoa Goyeneche.
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