Buenos Aires — El perfil de la deuda local que acumula el Gobierno argentino preocupa al mercado en miras a lo que será este año electoral y ante la preocupación de que se proceda ante un reperfilamiento del pasivo. Según la calificadora crediticia Fitch, esta situación supone un riesgo para el sistema bancario argentino y podría convertirse en una limitación para la calificación a medio plazo.
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En un informe al que tuvo acceso Bloomberg Línea, Fitch espera que “las presiones financieras y crediticias se intensifiquen para el sistema bancario argentino, ya que las crecientes vulnerabilidades que enfrenta el soberano y el inminente ciclo electoral podrían dificultar las colocaciones de deuda interna del gobierno en 2023″.
Las incertidumbres políticas y los temores de otro reperfilamiento de la deuda local han enfrentado al Gobierno argentino ante las dificultades para extender los vencimientos de deuda en pesos más allá del actual ciclo electoral, según Fitch, por lo que han tenido que depender cada vez más del apoyo financiero del banco central y otras entidades públicas.
Aún así, la calificadora destaca que “los bancos calificados por Fitch tienen amplios colchones de capital que mitigan el riesgo de la creciente exposición del gobierno central”. “El impacto en las finanzas de los bancos calificados no debería ser material”.
Debido a los significativos niveles de capitalización y su baja exposición al Gobierno federal, un reperfilamiento de la deuda interna no sería demasiado perjudicial para los bancos, dice Fitch. “El riesgo de un impacto mayor se refleja actualmente en las calificaciones de los bancos argentinos”.
“Los bancos argentinos calificados por Fitch tienen una exposición limitada a los US$118.000 millones de deuda del gobierno con vencimiento en 2023, que está en gran parte en manos del FMI, el Banco Central, los bancos estatales y la ANSES”, señala el informe.
Entre los bancos calificados por Fitch, se destaca que Banco Santander Río tiene “la menor exposición al sector público como porcentaje de los activos”, mientras que Banco Macro es el que registra el más porcentaje del patrimonio neto (pero el mayor porcentaje de los activos).
“Las perspectivas del sector bancario argentino se están deteriorando, ya que el entorno operativo (EO) sigue siendo muy difícil”, concluye el informe. “Las calificaciones de los cuatro bancos argentinos calificadas por Fitch están actualmente limitadas por la calificación soberana”.