Santiago — Carabineros de Chile ha detenido a 50 personas acusadas de provocar algunos de los focos de los incendios forestales que afectan la zona centro sur del país desde inicios de febrero.
Los arrestados, detenidos en distintas fechas, están bajo investigación para determinar su presunta responsabilidad en los siniestros. La mayoría son hombres, mayores de edad y de nacionalidad chilena.
Según una encuesta de la consultora Cadem publicada este domingo, un 93% de los sondeados cree que los incendios son provocados intencionalmente y un 55% opina que la mayor responsabilidad recae en “grupos terroristas”.
El Gobierno de Gabriel Boric impuso toques de queda en algunas localidades, solicitó permisos para la compra de bidones de gasolina en las zonas afectadas, y decretó Estado de Excepción Constitucional de Catástrofe en las regiones de Ñuble, Biobío y la Araucanía como parte de algunas de las medidas para paliar la crisis.
Pero lo peor de la emergencia pareciera estar quedando atrás. Las autoridades informaron este martes de 19 siniestros en combate, lo que se traduce en una estrepitosa caída en comparación con los 66 registrados hace una semana.
No obstante, el número de personas fallecidas subió a 26 luego de varios días sin registrarse nuevas muertes. El último deceso ocurrió en la región de Biobío: un hombre de nacionalidad belga, de 77 años, que estaba hospitalizado por quemaduras producidas días atrás en la comuna de Santa Juana.
Chile ya casi llega a un mes combatiendo una ola de incendios, lo que ha costado millonarias pérdidas en el país. A la fecha, la superficie afectada por las llamas a lo largo de estas semanas subió a 441.367 hectáreas, lo que equivale a un 77% de lo consumido durante los incendios de la temporada de julio de 2016 a junio de 2017.
Durante esta emergencia unas 2.410 viviendas quedaron destruidas y 7.657 personas están damnificadas por el fuego. Entre los grupos más afectados destacan los trabajadores agrícolas, especialmente aquellos que destinan sus cultivos a la subsistencia. Las llamas no solo han arrasado con sus tierras, sino que una semana atrás se contabilizaban más de 17 mil animales de producción muertos.