Wall Street cree que a la Fed le importa mucho lo que piensa, pero no es así

La discrepancia tiene mucho que ver con la forma en que cada parte define las condiciones financieras

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Bloomberg — Hay una suerte de ritual que tiene lugar cada vez que el presidente de la Fed, Jerome Powell, habla con los medios: un periodista le pregunta sobre las condiciones financieras, Powell dice que se han tensado mucho y Wall Street se ríe.

Para Wall Street, esta noción parece increíble. Más allá de las caídas de las últimas semanas, los mercados han subido y parado durante cuatro meses, aumentando las valuaciones y haciendo que sea más fácil para las empresas levantar efectivo en los mercados de acciones y bonos.

La implicación es que la Fed está dejando que los inversores socaven sus esfuerzos para aplacar la inflación al recortar los flujos de dinero. Pero, ¿Cuál es la razón de que las conclusiones sean tan diferentes?

La respuesta tiene mucho que ver con la forma en que cada parte define las condiciones financieras. Los inversores tienden a fijarse en los índices creados por la comunidad financiera. Goldman Sachs Group (GS) y Bloomberg LP, la empresa matriz de Bloomberg News, tienen índices muy populares. La diferencia entre las tasas de los bonos corporativos y del Tesoro desempeña un papel importante en cada uno de ellos. También lo hace el VIX, una medida de la volatilidad del mercado de valores, en el indicador de Bloomberg.

La Fed, al parecer, lo tiene mucho más sencillo. Lael Brainard ofreció el mes pasado, en su último discurso como vicepresidenta de la Reserva Federal, una muestra de lo que piensan los responsables de formular políticas sobre este tema. Al revelar las pruebas del endurecimiento de las condiciones financieras, citó, entre otras cosas, la duplicación de las tasas hipotecarias en el último año, así como el hecho de que las tasas a corto plazo son ahora más altos que la inflación.

Su mensaje fue claro: la Reserva Federal se centra mucho más en la única variable que controla para determinar las condiciones financieras -las tasas de interés de referencia- y mucho menos en las cosas que controlan los operadores. Dicho de otro modo, a la Fed no parece preocuparle lo que ocurre en Wall Street tanto como Wall Street cree que le preocupa.

“A Powell no le importa realmente si el mercado de valores sube o baja”, dice Bob Elliott, cofundador de Unlimited Funds en Nueva York tras una carrera de 13 años en Bridgewater Associates. Esto, dice, es crucial que lo entiendan los operadores. Algunos abandonan las acciones al principio de una subida por temor a que las ganancias alarmen a los funcionarios de la Reserva Federal. El nivel del mercado bursátil, “salvo en los extremos, no es especialmente relevante para la política de la Fed”.

Hubo un tiempo en que los funcionarios de la Fed prestaban más atención a los mercados. Este fue el resultado, en parte, de la llegada de William Dudley a la Fed.

Economista durante muchos años en Goldman Sachs, fue uno de los creadores del índice de condiciones financieras de la firma. Cuando en 2009 obtuvo el máximo cargo en el banco neoyorquino de la Reserva Federal, introdujo ese enfoque basado en la observación de los mercados en la sala de juntas de la Fed.

Varios bancos regionales de la Fed -Kansas City, Chicago y St. Louis- crearían indicadores similares propios que tienen en cuenta los movimientos de las acciones, los bonos y un montón de puntos de datos oscuros: la volatilidad de los precios de las materias primas, el interés abierto en los mercados de valores y la dispersión transversal de los rendimientos de las acciones bancarias.

Este tipo de índices, muy centrados en los mercados, resultaban especialmente útiles para analizar las condiciones financieras de entonces. Fue tras la crisis financiera mundial y la Reserva Federal mantuvo su tasa de interés de referencia cerca de cero durante años.

Sin grandes movimientos en las tasas generales que afectaran a la economía, los acontecimientos financieros más sutiles captados por los índices -como, por ejemplo, un repentino salto en el diferencial entre los rendimientos de los bonos basura y los bonos del Tesoro- tenían una importancia desmesurada. Los indicadores también estaban preparados para dar la alarma sobre la posibilidad de que surgieran nuevos problemas en el sistema financiero.

Por supuesto, los funcionarios de la Reserva Federal siguen preocupándose hasta cierto punto por los mercados. En las actas de la reunión de este mes, en la que la Reserva Federal subió su tasa de referencia por octava vez consecutiva, había una frase que sugería que algunos miembros del consejo estaban vigilando las recientes subidas de los mercados. Aunque las condiciones financieras siguen siendo “mucho más estrictas” que hace un año, dijeron estos miembros, es importante que sean “coherentes con el grado de restricción de la política que el Comité está poniendo en marcha.”

Pero, en general, los índices parecen haber quedado relegados a un segundo o tercer plano.

Brainard, que ha dejado la Fed para convertirse en la principal asesora económica del presidente Joe Biden, no los mencionó en su discurso del mes pasado. Powell ha hablado sobre todo en generalidades cuando ha surgido el tema de las condiciones financieras. Sin embargo, cuando ha entrado en detalles concretos, ha tendido, al igual que Brainard, a centrarse sobre todo en la situación de las tasas de referencia con respecto a la inflación.

Si nos fijamos en todas estas medidas, nos preguntamos: “¿Qué está mirando Powell? No tiene sentido, ninguno de estos indicadores lo muestra’”, afirma Steve Sosnick, estratega jefe de Interactive Brokers. “Pero en su nivel más básico, las condiciones monetarias son más restrictivas que el año pasado.”

--Con la colaboración de Matthew Boesler.

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