Bloomberg — Los vientos en contra para las acciones de EE.UU. se incrementarán en marzo, al tiempo que enfrenten más presión por resultados corporativos tambaleantes y valuaciones altas, dijeron estrategas de Morgan Stanley (MS).
“Dada nuestra visión de que la recesión de resultados está lejos de terminar, creemos que marzo es un mes de alto riesgo”, dijeron los estrategas liderados por Michael Wilson, quien predijo correctamente la caída del mercado de renta variable el año pasado.
La pausa de los analistas en cuanto a recortes de estimaciones de beneficios para los próximos 12 meses ha avivado el optimismo de algunos inversores, según Wilson. No obstante, dijo, los mercados bajistas usualmente presentan un aplanamiento de las perspectivas entre las temporadas de resultados trimestrales antes de que se reanude la tendencia a la baja. “Las acciones suelen entenderlo un mes antes y se mueven a la baja. Este ciclo ha reflejado ese patrón perfectamente”, agregó.
El índice S&P 500 lleva tres semanas consecutivas a la baja, en medio de preocupaciones de que la inflación estadounidense aumente las perspectivas de nuevas subidas de tasas de la Reserva Federal. Ello se produjo tras un repunte de hasta el 17% desde los mínimos de octubre, alentado por la esperanza de que el banco central estadounidense abandonara pronto su postura de línea dura.
“Con la incertidumbre sobre los fundamentales rara vez tan alta, los aspectos técnicos pueden determinar el próximo gran movimiento del mercado”, dijo Wilson, señalando que el S&P 500 ha recuperado su media móvil de 200 días. “Creemos que este rally es una trampa alcista, pero reconocemos que si estos niveles aguantan, el mercado de renta variable puede tener una última oportunidad antes de que se valore totalmente la caída de los beneficios”.
Para que esto ocurra, las tasas de interés y el dólar tienen que bajar, dijo. Si en cambio suben, el soporte técnico debería fallar rápidamente, añadió.
El estratega ya ha mencionado anteriormente que espera que la renta variable toque fondo en la primavera boreal, pronosticando que el S&P 500 caerá hasta un 24% hasta los 3.000 puntos en la primera mitad de este año. También reiteró un llamamiento de la semana pasada, diciendo que “la valoración es ampliamente cara”.
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