Bloomberg — Las acciones suben este lunes en EE.UU., rebotando luego de la peor semana para la renta variable del país desde diciembre, aún ante mayores evidencias de que la Fed podría mantener su endurecimiento monetario durante más tiempo que el esperado.
Tanto el S&P 500 como el Nasdaq suben más de 1%. El rendimiento del bono del Tesoro a 10 años bajó a menos de 4% y el dólar se debilita.
Mientras tanto los inversores siguen analizando nuevos datos: las órdenes de bienes durables registraron su mayor caída desde abril de 2020. No obstante, sin contar el equipamiento de transporte, las órdenes subieron más que lo esperado. En paralelo, las órdenes de compra de equipamiento para empresas subió en enero, a medida que las compañías siguen haciendo inversores de capital a largo plazo pese a la incertidumbre sobre la economía.
Unas perspectivas más optimistas sobre las estimaciones de beneficios están contribuyendo a mitigar el temor a que la inflación se mantenga a pesar de la ralentización del crecimiento, lo que atrae de nuevo a los inversores hacia la renta variable. Quienes se adentren en este mercado corren el riesgo de caer en una “trampa alcista”, según Michael Wilson, estratega jefe de renta variable estadounidense de Morgan Stanley (MS). Torsten Slok, economista jefe de Apollo Global Management, comparte esta opinión.
“Desde 2008 se ha enseñado a una generación de inversores que deben comprar en las caídas, pero hoy es diferente debido a la alta inflación, y los mercados de crédito y los mercados de renta variable están subestimando el compromiso de la Fed de reducir la inflación al 2%”, escribió Slok en una nota.
El optimismo se vio afectado la semana pasada por la aceleración del indicador de inflación preferido por la Reserva Federal, que echó por tierra las esperanzas de un giro en la política monetaria. Los operadores valoran ahora los tipos estadounidenses en un máximo del 5,4% este año, frente al 5% de hace un mes.
En otros mercados, el petróleo cayó porque la preocupación de que la Reserva Federal siga subiendo las tasas eclipsó la última interrupción del suministro en Europa y el optimismo sobre la recuperación de la demanda en China.
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