Bloomberg — Desde que Elon Musk viajó a México para visitar el estado norteño de Nuevo León en octubre, han circulado rumores sobre dónde terminará Tesla Inc. construyendo su planta, y si otro estado podría arrebatarle la inversión.
El presidente Andrés Manuel López Obrador se pronunció sobre el tema esta semana y no tuvo nada positivo que decir sobre la instalación de Tesla en Nuevo León. El estado cercano a la frontera con Estados Unidos ya está lleno de industria y carece de agua, dijo AMLO, como se conoce al presidente. En cambio, destacó los abundantes recursos del sureste del país y el atractivo de instalarse cerca de un nuevo aeropuerto en el Estado de México, que es uno de sus principales proyectos de infraestructura.
El viernes, reforzó el mensaje diciendo que la empresa no obtendría permisos si no hay suficiente agua en el norte de México.
“Si no hay agua no, no habría posibilidades”, señaló AMLO. “Sencillamente no se entregan los permisos para eso, o sea, no es factible”.
Mientras tanto, el gobernador del estado agrícola de Michoacán, famoso por su producción de aguacate, publicó una imagen en Twitter en la que aparecía un reluciente automóvil con la popular fruta, cortada por la mitad, frente a él. “La mejor opción para Tesla”, se lee en la imagen.
Por su parte, el gobernador de Nuevo León apareció en un vídeo regalando uno de los vehículos de la empresa a su esposa para el Día de San Valentín.
Desde el año pasado se espera que Tesla, líder del mercado estadounidense de vehículos eléctricos, anuncie sus planes de construir una planta de ensamblaje en México. La fábrica sería la primera de Tesla al sur de la frontera estadounidense y formaría parte de la promesa del director ejecutivo Musk de construir fábricas internacionales.
Los proveedores de Tesla ya tienen un carril exclusivo en un cruce fronterizo a pocos kilómetros de Laredo, Texas, que comparte frontera con el estado mexicano de Nuevo León. Pero AMLO ha argumentado que el norte de México tiene deficiencias para la planta y dijo que las plantearía en una próxima conversación con ejecutivos de la compañía. Originario del sureño estado de Tabasco, AMLO lleva décadas reclamando un mayor desarrollo en el sur de México.
“México como país no tiene una estrategia unificada de inversión extranjera directa. Cada estado está tratando de atraer empresas de forma independiente”, dijo Alberto Villarreal, fundador de Nepanoa, una firma de asesoría empresarial con sede en Chicago. “Los distintos estados luchan por tener a Tesla en su territorio”.
El país latinoamericano, que es uno de los mayores fabricantes de vehículos del mundo, ha recibido recientemente inversiones en vehículos eléctricos de BMW y General Motors. Ha prometido derrochar en plantas de energía solar en el estado de Sonora para abastecer de energía limpia a la región. Nuevo León es uno de los principales destinos de inversión extranjera directa en México, con US$4.400 millones que ingresaron el año pasado, casi el 13% del total del país, según un análisis de Banco Base. Pero una grave sequía en 2022, que en ocasiones dejó a los residentes sin agua, planteó dudas sobre los límites del estado.
“Celebramos que se esté decidiendo un México como lugar para que lleguen estas inversiones de la industria automotriz. Lo único que queremos hablar con los directivos de esta empresa es que queremos ordenar también el crecimiento”, dijo AMLO a principios de esta semana en su conferencia de prensa. “Hay ya lugares en el país en donde no se tiene agua suficiente y tenemos que cuidar el agua para el consumo doméstico”.
Unos contra otros
Tesla tiene un largo historial de enfrentar a las ciudades y los estados entre sí para atraer su negocio. Cortejó a estados como Texas, Arizona y Nuevo México cuando buscaba una sede para su primera “Gigafábrica” en 2014, antes de decidirse finalmente por Nevada, que ofreció US$1.300 millones en incentivos fiscales para el proyecto.
Ese concurso tuvo tanto éxito que Jeff Bezos intentó repetirlo cuando buscaba una ubicación para la segunda sede de Amazon, según informó anteriormente Bloomberg News. Musk organizó una versión acelerada del concurso en 2020 después de anunciar que estaba buscando ubicaciones para una nueva fábrica para construir el Cybertruck de Tesla, antes de decidirse finalmente por Texas.
Más recientemente, Tesla dijo a las autoridades de Texas en septiembre de 2022 que las exenciones fiscales serían cruciales para que la empresa eligiera una ubicación en la costa del golfo del estado para una nueva refinería de litio. En esa misma solicitud, Tesla señaló que también estaba considerando un emplazamiento en Luisiana. La empresa no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios sobre su futura planta en México.
Sin nada escrito en piedra, una lucha abierta en México podría ser arriesgada para el país, lo que podría llevar a Tesla a cancelar la inversión, dijo Jesús Carrillo, director de economía sostenible del Instituto Mexicano para la Competitividad, un centro de estudios con sede en Ciudad de México.
“Dudo que este debate vaya a ser que se cambie la ubicación, si, en todo caso, lo que hay es un intento de coerción o un esfuerzo más por parte del Gobierno para ubicar a la empresa donde el Gobierno quiera, la decisión pueda ser, en todo caso, incluso cancelar, porque si esto va a implicar muchas barreras para la ubicación, una decisión podría ser ya no estar aquí”, dijo Carrillo.
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