Bloomberg — China pidió un alto el fuego en Ucrania en un intento de presentarse como un actor neutral que puede ayudar a poner fin a la guerra que Rusia mantiene desde hace un año.
El plan de 12 puntos publicado por el Ministerio de Asuntos Exteriores en Pekín el viernes pedía el fin de las hostilidades, la protección de las centrales nucleares, la reanudación de las conversaciones de paz y la eliminación de las sanciones.
“Todas las partes deben apoyar a Rusia y Ucrania para que trabajen en la misma dirección y reanuden el diálogo directo lo antes posible, con el fin de desescalar gradualmente la situación y, en última instancia, alcanzar un alto el fuego general”, declaró el Ministerio.
El plan es un esfuerzo por moldear el resultado de la guerra hacia uno que beneficie a Pekín y presente al líder chino Xi Jinping como un estadista global. Parece tener pocas posibilidades de éxito, dado que Ucrania ha dicho que luchará hasta que Rusia abandone sus fronteras y Moscú no ha dado muestras de detener sus ataques.
Es poco probable que Ucrania y otros países vean a China como un mediador imparcial para poner fin a una guerra que ha matado a decenas de miles de personas y expulsado a millones de sus hogares. El jefe de la diplomacia china, Wang Yi, declaró el miércoles en un viaje a Moscú que los lazos entre su nación y Rusia eran “sólidos como una montaña y pueden resistir la prueba de los riesgos internacionales”.
El Secretario de Estado, Antony Blinken, declaró el jueves que China probablemente aprobaba que empresas chinas proporcionaran a Rusia apoyo no letal y de “doble uso” para su guerra en Ucrania, unas declaraciones que subrayan la creciente preocupación de Estados Unidos por la posibilidad de que Pekín ayude a armar a las fuerzas del Presidente ruso Vladimir Putin.
La Casa Blanca había advertido anteriormente a Pekín de que no proporcionara ayuda letal a Rusia después de que funcionarios estadounidenses revelaran su preocupación por la información de inteligencia según la cual China está considerando la posibilidad de hacerlo. Los funcionarios no han dicho cuáles serían las consecuencias para Pekín, pero sí que lo consideran una línea roja que no debe cruzarse.
Xi aún no ha hablado con el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, desde la invasión, a pesar de haber hablado con Putin unas cuatro veces en ese lapso. Pekín también ha defendido repetidamente algunas de las razones de Rusia para ir a la guerra -la más destacada, oponerse a la expansión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte-, al tiempo que ha insistido en que no apoya la invasión en sí.
Es probable que la propuesta de China sea recibida con escepticismo en Estados Unidos y Europa. Después de que Wang adelantara la propuesta china, la ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, dijo que “una paz justa no puede significar que se recompense al agresor”.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo a Zelenskiy en un viaje sorpresa a Kiev que Estados Unidos tenía un “apoyo inquebrantable” a Ucrania. Biden también afirmó que Estados Unidos prometería más ayuda militar a Ucrania.
Tras su marcha de Kiev, el Departamento de Defensa estadounidense detalló un paquete de ayuda de 460 millones de dólares, que incluye munición de artillería, sistemas antiblindaje y radares de vigilancia aérea, en línea con la ayuda anterior.