Bloomberg Línea — “Esta guerra sin sentido ha repercutido en todo el mundo”, dijo el 21 de febrero el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, al referirse a los costos humanos que ha dejado la invasión de Rusia a Ucrania, una frase que fácilmente puede escalarse a los aspectos económicos globales en los que también impactó la guerra.
Türk compartió que desde el 24 de febrero de 2022 y hasta la fecha, hay cifras y acontecimientos que hacen “más difícil encontrar un camino hacia la paz”:
- Desde el inicio de la guerra 8.006 civiles murieron.
- Otros 13.287 civiles ucranianos resultaron heridos por los ataques rusos.
- En el balance se cuentan 487 niños muertos y 954 heridos.
- La oficina de la ONU dijo que las armas explosivas de largo alcance, los misiles balísticos y los ataques aéreos causaron cerca del 90,3% de las bajas civiles totales.
Este balance se entrega en un momento en el que el presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró el martes que continuará adelante con la invasión a Ucrania y que suspenderá su observación del Nuevo Tratado START con EE.UU., que limita los arsenales nucleares de los países, como respuesta a una futura reacción violenta de EE.UU., y tras la visita sorpresa del presidente Joe Biden a Kiev.
Pero el costo humano de la guerra también relaciona a casi 18 millones de personas que reclaman ayuda humanitaria, y a otras 14 millones que fueron desplazadas de sus hogares.
La crisis humanitaria se agrava aún más si se tiene en cuenta que la economía ucraniana se ha deteriorado por completo y que los fondos son insuficientes para atender a los afectados por el conflicto. Unicef dijo esta semana que:
- 80% de sus encuestados sufrieron un deterioro de su situación económica,
- Mientras que un 82% de los niños ucranianos vive en condición de pobreza.
Todo esto mientras el Producto Interno Bruto (PIB) de Ucrania cayó más del 30% en 2022 y su déficit presupuestario alcanzó casi el 27% del PIB, según informó Bloomberg.
Además, la Escuela de Economía de Kiev (KSE, por sus siglas en inglés) estimó que la destrucción de infraestructura física del país llegó a los US$ 137.800 millones en diciembre de 2022, con daños de US$ 13.000 millones a activos físicos de las empresas ucranianas.
Entre tanto, el Ministerio de Defensa del Reino Unido estimó al cierre de la semana anterior que hay entre 175.000 y 200.000 soldados rusos muertos o heridos desde el comienzo de la invasión, con un número de fallecidos cercano a los 60.000.
Las afectaciones económicas de la guerra
Pese a extender la guerra durante un año, la economía de Rusia se contrajo tan solo un 2,1% en 2022, un dato menor al 3,0% esperado por los analistas en los resultados preliminares de la Federación Rusa. La inflación del país fue del 13,8% y su déficit presupuestal fue de 2,0% el año anterior, según informó Bloomberg.
Y aunque el gobierno ruso ha evitado un colapso de su economía, pese a las sanciones internacionales y a los topes de precios impuestos al crudo, Bloomberg Economics calculó que la economía rusa perderá US$ 190.000 millones del PIB hacia el 2026.
Con este panorama, el Fondo Monetario Internacional (FMI) señaló en enero de 2023 que la guerra de Rusia en Ucrania seguirá siendo un factor que frenará la economía este año, como lo hizo en 2022.
La guerra, junto con las altas tasas de interés para combatir la alta inflación, que en parte también produjo el conflicto, hará que “el crecimiento mundial registre un descenso estimado de 3,4% en 2022 a 2,9% en 2023″ mientras que los niveles de inflación pasarían “de 8,8% en 2022 a 6,6% en 2023″, de acuerdo con el informe de actualización de las Perspectivas Económicas Mundiales.
Los costos de atender la crisis humanitaria y la ayuda militar
Gran parte de los recursos que ha obtenido Ucrania en los últimos 12 meses han sido destinados a dos frentes: el de guerra y a la atención de 5,9 millones de personas que se han desplazado dentro del país, pues los otros 7,9 millones que han huido del mismo están siendo atendidos por otros gobiernos.
La vicepresidenta de EE.UU., Kamala Harris, dijo el sábado 18 de febrero que el país norteamericano concluyó que Rusia cometió “crímenes contra la humanidad” al invadir Ucrania, uniéndose a la voz de múltiples mandatarios y funcionarios en el mundo.
La administración de Joe Biden ha comprometido US$ 29.800 millones en ayuda militar para Ucrania desde el 24 de febrero de 2022, según el Departamento de Defensa, al tiempo que se han proporcionado más de US$ 1.280 millones en asistencia humanitaria.
Biden prometió estar junto a Ucrania “todo el tiempo que haga falta” en su visita sorpresa a Kiev en la madrugada del lunes. Recientemente, el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, aseguró que Ucrania recibirá entre 120 y 140 tanques occidentales, luego de que la OTAN y Estados Unidos enviaran armas pesadas.
Entre tanto, la Unión Europea ha comprometido en el mismo período US$ 71.300 millones, entre asistencia del organismo y sus Estados Miembros. De estos, US$ 40.200 millones han sido en ayuda económica; US$ 18.100 millones en ayuda a refugiados; y US$ 12.700 en ayuda militar.
A la asistencia humanitaria se han sumado algunos países latinos como Argentina, que ha enviado insumos médicos.
Los impactos en la cadena de suministro y el comercio mundial
“El conflicto de Ucrania ha sustituido a la pandemia como principal factor de presión sobre el comercio internacional: por primera vez en 25 años, el comercio mundial crecerá en la próxima década a un ritmo inferior al del PIB global y se producirán cambios en los patrones comerciales tradicionales”, dijo Boston Consulting Group (BCG) en el informe ‘Protectionism, Pandemic, War, and the Future of Trade’, publicado recientemente.
La firma de consultoría prevé que el comercio mundial crezca a una tasa de solo el 2,3% anual hasta 2031,menos del 2,5% anual previsto antes de la guerra.
Junto a esto, se destacan cambios determinantes en las relaciones comerciales internacionales, pues con la alteración del comercio entre la Unión Europea y Rusia, en los próximos nueves años la UE aumentaría su comercio con EE.UU. en US$ 359.000 millones, impulsado en gran parte por el aumento de las exportaciones energéticas de EE.UU. a Europa.
Las sanciones al dinero y al petróleo ruso
Las sanciones que emprendieron los gobiernos y las autoridades a la economía rusa y a sus multimillonarios no tienen precedentes en la historia moderna. Bloomberg Economics señala un estimado de US$ 300.000 millones de reservas internacionales bloqueadas, incluyendo confiscaciones de activos dirigidas a personas cercanas a Putin.
La guerra en Ucrania supuso además un aumento en el precio del petróleo a nivel mundial, tocando máximos de hasta US$ 108 por barril de la referencia Brent, una escalada que buscó ser controlada por parte de la UE y el G7 desde el año pasado a través de sanciones, como la que se adoptó para un tope de precio para el petróleo ruso exportado a otros países a un nivel de US$ 60 por barril.
Esta misma sanción provocó que el Kremlin decidiera a inicios de febrero recortar 500.000 barriles diarios de su producción, medida que tendrá efecto a partir de marzo y por la cual, hasta ahora, la OPEP+ aún no ha indicado que aumentará su producción.
Además, el G7 y la UE aún discuten poner un límite de precio al diésel ruso. La UE propone un máximo de US$ 100, mientras el G7 sugiere un rango de US$ 100 a US$ 110 por barril.
Los movimientos de las empresas en Rusia, un juego a largo plazo
Una vez comenzó la guerra a finales de febrero de 2022, múltiples compañías tomaron la decisión de retirarse del mercado ruso, como represalia por las acciones militares que emprendió el presidente Vladimir Putín.
Sin embargo, la Escuela de Economía de Kiev (KSE, por sus siglas en inglés), señaló que el efecto “salida” se mantuvo casi “igual” desde marzo de 2022 hasta la mitad de febrero de 2023.
Hasta el 12 de febrero, había en el espectro total analizado 3.079 compañías y organizaciones y sus marcas de 88 países y 57 industrias operando en Rusia. De estas, unas 1.400 son públicas.
“De ese total, 1.665 empresas extranjeras han reducido, suspendido o cesado sus operaciones en Rusia. Y en específico, 191 empresas han completado la venta de su negocio en Rusia”, según la recopilación de registros oficiales de la KSE.
Según la escuela de economía, el 38,0% de las empresas extranjeras ya han anunciado su retiro del mercado ruso o suspendido su actividad, “pero otro 39,7% aún permanece en el país, el 16,1% está esperando y solo el 6,2% hizo una salida completa”.
La guerra de Rusia en Ucrania se mantendrá entonces como uno de los factores que podría impulsar a la baja el crecimiento económico mundial en 2023, según el FMI, en caso de un recrudecimiento del conflicto. La UE y los países de menores ingresos son los de mayor exposición y vulnerabilidad a este factor.